FBI espió a activistas opuestos a construcción de oleoducto en EE.UU.

Washington, 13 may (PL) Un nuevo informe confirma que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) estadounidense espió de manera ilegal en el estado de Texas a activistas opuestos a la construcción del oleoducto Keystone XL, destacó hoy el sitio digital Democracy Now.
Agentes del FBI en Houston no recibieron la aprobación de su director y su abogado principal para conducir una investigación sobre posibles amenazas para dañar un tramo del polémico ducto, que transportaría petróleo desde las arenas alquitranadas de Alberta, Canadá, hasta la costa del golfo de México.
Aún así, en 2013 los agentes contactaron fuentes, revisaron reportes de agencias de seguridad locales y realizaron búsquedas en bases de datos de oponentes de la ampliación de Keystone sin autorización, indicó la fuente.
Un documento interno reveló que el FBI violó sus propios protocolos internos para proceder a una investigación, hecho reportado inicialmente por el diario británico The Guardian.
La investigación concluyó luego de que los agentes no hallaran evidencias de que activistas ambientales hubiesen dañado el oleoducto.
El FBI admitió la violación de sus lineamientos al asegurar que la investigación contra los activistas fue solo una «evaluación».
Aunque los niveles de aprobación requeridos por el FBI por política interna no fueron obtenidos inicialmente, una vez que se descubrió, se tomaron acciones correctivas, añadió un escueto comunicado del organismo de vigilancia.
En febrero, el periódico reveló cómo el FBI persiguió recientemente activistas ambientales en Texas, Pennsylvania, Oregon, Washington y Idaho por el «el simple hecho de tomar fotografías de las instalaciones de la industria de petróleo y gas».
El 24 de febrero, el presidente Barack Obama vetó el proyecto legislativo para la construcción del Keystone XL, una iniciativa impulsada por la mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso.
Los conservadores advirtieron que la batalla por el oleoducto continuará, mientras acusaron a Obama de sacrificar miles de empleos como parte del proceso de instalacion de las tuberías.
Organizaciones ambientalistas y prominentes figuras de la sociedad norteamericana como los actores Julianne Moore y Robert Redford se oponen al proyecto.
Según el grupo 350.org, el Keystone XL «contribuirá de manera espectacular al cambio climático» pues el impacto total de la contaminación carbónica que generaría el proyecto sería el equivalente a 51 millones de automóviles en la vía.
La organización cita al departamento de Estado para recordar que las arenas bituminosas generan hasta un 19 por ciento más de gases de efecto invernadero que el combustible convencional.
Los activistas contradicen los argumentos de quienes defienden al ducto al afirmar que este acabará con más empleos que los eventualmente generará, debido a los derrames tóxicos en tierras cultivables y recursos hídricos.
Señalan igualmente que apenas el 10 por ciento de los nuevos puestos laborales serían para trabajadores locales a lo largo de la ruta.

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