“Estamos hablando ni más ni menos, por ejemplo, de una niña de tres años que está comiendo uvas, imponiéndose, tal vez a sus padres. Haciendo su voluntad. Retratada por Sorolla, es yo creo, una de las piezas estrellas que viene junto a una campesina ya adolescente, sufriendo un poco porque el campo no es vida y dulzura”, puntualizó la directora del Museo.
(N22) La primera muestra internacional del año en el Museo Nacional de San Carlos se llamaPoética de la niñez, su curaduría tiene un trabajo previo de casi dos años y reúne pintura, grabado y escultura de diferentes autores y épocas para reconstruir los diferentes momentos de ese período de vida en el que, pese a los cambios políticos, sociales o tecnológicos, tiene las mismas evocaciones en todos los tiempos: la niñez.
Carmen Gaitán, directora del Museo Nacional de San Carlos precisó que en la muestra se abarcan varios núcleos que tienen que ver con la infancia, que es desde La Familia, Los Primeros Aprendizajes, Los Juegos, El Retrato y el Fin de la Infancia. “En este transcurrir por estos núcleos, empezamos a ver desde el concepto que se nos ha heredado de qué es una familia”.
La muestra comienza con la madre y el hijo. Tras este momento, se da a conocer a la familia, considerada entonces con los padres, tíos, abuelos y sus mascotas. La exposición tiene como préstamo, 36 obras del Museo Nacional de Cuba que permite un diálogo con obras de las bodegas del Museo de San Carlos que sin esta posibilidad, sería difícil poder verlas.
Manuel Crespo, curador del Museo Nacional de Cuba, señaló: “nosotros teníamos ya la experiencia en el Museo de la Habana de haber hecho una exposición dedicada a los niños, asumía el tema de la niñez pero el tema principal era dedicarla a los niños. Desde luego las que hemos prestado no son las únicas que tenemos sobre el tema, pero la selección se ha hecho a partir de ese interés”.
En La poética de la infancia, del núcleo familiar (dependiente de los padres) se pasa al del juego, donde los niños crean sus universos propios, reglamentados. Comienzan ahí su autonomía. En otro bloque está la educación, con los maestros, los niños y el espacio del castigo.
Gaitán afirmó que “tenemos una pieza sensacional que nos recuerda a Goya. Cuando un artista es un gran maestro impone su estilo y hace un lado a los demás. Este es el caso donde la escuela es una representación un poco dantesca, horrible del castigo”.
El Museo Nacional de Arte presta una obra donde se ve a una adolescente Dolores del Río que con su belleza y su garbo contrasta su inocencia con el desafío y la mirada de una adolescente gitana.
La exposición tiene dos obras particulares, muy poco conocidas de Joaquín Sorolla, hechas antes de su período de luz.
“Estamos hablando ni más ni menos, por ejemplo, de una niña de tres años que está comiendo uvas, imponiéndose, tal vez a sus padres. Haciendo su voluntad. Retratada por Sorolla, es yo creo, una de las piezas estrellas que viene junto a una campesina ya adolescente, sufriendo un poco porque el campo no es vida y dulzura”, puntualizó la directora del Museo.
Al final de la exposición hay un cuadro de un tema casi inexistente en la pintura, es una adolescente con los dolores por el ciclo menstrual, símbolo del fin de la niñez.Poética de la infancia se inaugura en el Museo Nacional de San Carlos, el sábado 23 de mayo al mediodía.