Fueron “alrededor” de 14 comisarios ejidales de Chilapa los que el 9 y 10 de mayo encabezaron la toma de la cabecera municipal, junto con unas 300 personas armadas, y a quienes se atribuye la desaparición de varias personas, que según dicen los afectados son 18.
El gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, manifestó que dichos comisarios reclaman por la desaparición de 30 personas, y que por eso decidieron en esa ocasión su acción armada, en búsqueda de sus familiares y de los responsables.
En entrevista con Adela Micha en Grupo Imagen Multimedia, el mandatario estatal explicó que Chilapa se debate entre la disputa de dos bandas del crimen organizado por el control del territorio: Los Rojos y Los Ardillos, que según él han penetrado el tejido social, y “éstas son las secuelas y las consecuencias”.
Me reuní con alrededor de 14 comisarios de las comunidades rurales de Chilapa. Reclaman 30 desaparecidos. Acusan directamente a Los Rojos, desde la perspectiva de ellos acantonados en Chilapa, en la cabecera municipal, y por eso es que realizaron aquella acción del 9 y 10 de mayo de irrumpir con ciudadanos armados a Chilapa, en la búsqueda también de sus familiares y de encontrar a los delincuentes que se esconden, que se protegen en el tejido social de la cabecera municipal. Esta es la realidad que se enfrenta en Guerrero: En Iguala, más de 300 desaparecidos… Los de Cocula… Los del país, más de 22 mil”, expuso el gobernador.
“Buscamos una ruta de diálogo, de negociación y acuerdo con autoridades, con comisarios que no iban embozados, que dieron la cara. Plantearon que estaban hartos ya de esa situación delincuencial: asaltos, detenciones, tortura, secuestros, asesinatos, y que por eso habían tomado la decisión de ir ahí a buscar a sus familiares desaparecidos y a quienes consideraban que eran los delincuentes, protegidos en Chilapa, en la cabecera municipal. Con ellos acordamos que se destituía al responsable de la seguridad municipal. Lo sustituimos por Juan Suástegui. Nosotros nos encargamos, junto con Gendarmería y Ejército, pero fundamentalmente la fuerza estatal, hacer el patrullaje en la ciudad y acordamos que tenían que entregar las patrullas que habían decomisado a la Policía Municipal, las armas, y regresarse a sus comunidades, y los logramos… Tres días después los recibimos (a los comisarios) en el Palacio de Gobierno en Chilpancingo porque me documentan las denuncias que durante más de seis meses han estado presentando ante la autoridad correspondiente en casos de 30 desaparecidos”, reiteró Ortega.
El mandatario acotó el margen de acción de su gobierno ante la crisis de Chilapa.
“Esa es la parte que le corresponde indagar a la Fiscalía y a laProcuraduría General de la República, porque la delincuencia organizada penetra el tejido social, y en esa confrontación que tienen de disputa territorial, hay sectores de la sociedad que sin deberla ni temerla, se ven afectados, pero seguramente que también hay personas involucradas, en complicidad o en acciones, con la delincuencia organizada. Pero ese es un asunto que compete a la autoridad judicial indagarlo. Lo que compete a nosotros es ser solidarios, acompañar y ser coadyuvantes con los familiares” de los desaparecidos, puntualizó Ortega Martínez.
Dijo que él llegó para armonizar al estado y para contribuir a generar paz, pero reconoció que “hay unos problemas que yo no voy a poder resolver”, porque “son estructurales”. “Escuché a los comisarios quejosos para darles cauce institucional… Yo no negocié con encapuchados, negocié con los comisarios, que son autoridad”, justificó.
Insistió en que las elecciones no peligran, porque “afortunadamente el conflicto (en Guerrero) ha tomado un cauce institucional”.
También en entrevista por separado en “La Primera por Adela”, José Díaz, vocero de los familiares de personas desaparecidas en Chilapa, Guerrero, aseguró que hay 18 casos de desaparecidos tras la incursión de un grupo armado a esa cabecera.
“Son 14 denuncias que tenemos registradas y otros nombres que tenemos de personas desaparecidas; son un total de 18, pero los otros familiares o ya se fueron de Chilapa o tienen miedo; están amenazados y ya ni siquiera los podemos contactar”, dijo.
Dos hermanos de José Díaz fueron levantados hace seis meses por personas armadas; no han aparecido hasta el momento y, según él, los responsables pertenecen al mismo grupo de personas que en los primeros días de este mes de mayo tomaron Chilapa y levantaron a varias personas.
Explicó que sus familiares fueron levantados por Los Ardillos. “Hace seis meses he andado tras la pista, de exigir justicia. Ha quedado en el olvido para las autoridades”.
Y dijo estar convencido de que se trata de las mismas personas que actuaron armadas del 9 al 14 de mayo en la cabecera municipal de Chilapa, porque llevaron “la misma trayectoria que en el caso de mis dos hermanos”.
“Tenemos la certeza de que fueron ellos porque a mis hermanos los capturaron en una comunidad que se llama Atzacoaloyan, que está a uno o dos kilómetros de donde mataron al candidato del PRI recientemente; ya casi es Chilapa. Como ya están peleando nada más el control de la ciudad porque la mayoría de las comunidades ya las dominan Los Ardillos. La camioneta (en que iban sus hermanos) afortunadamente tenía un chip satelital y en las comunidades también nos dijeron hay gente que vio pasar la camioneta con aproximadamente 30 hombre armados y siguieron la trayectoria de las comunidades que venían a manifestarse aquí a Chilapa. La camioneta estuvo en un domicilio, en una casa de seguridad seguramente, en la cabecera municipal de Quetzaltenango. Por eso nosotros tenemos bien registrada la información desde toda la trayectoria que siguió la camioneta”, expuso.
“Esta es la segunda vez que vienen a hacer eso. El primer ataque que hicieron fue 7 y 8 de julio. Son los mismos, con armas. Desde entonces andan buscando a Zenén Nava (Sánchez), ‘El Chaparro’, que es el líder de la plaza de Los Rojos en Chilapa. Desde entonces hubo muertos; hubo en las calles una tremenda balacera, estuvieron aquí dos días Hubo alrededor de 10 muertos en esa ocasión, y varios desaparecidos.”
“Tenemos la certeza y ya registrados más de 100 casos de desapariciones, de levantones, de asesinatos. Entonces la situación es muy grave”, insistió.
Después del plazo de 48 horas que le impusieron a la autoridad para tener respuestas, y que se venció el martes a las 3 de la tarde, dijo que “hasta ahora ninguna persona del gobierno estatal se ha comunicado conmigo o con el grupo”.
Desde su punto de vista, la situación en Chilapa está fuera de control y las bandas del crimen organizado levantan a quienes sean de Chilapa, sin importar si tienen o no relación con ellos.
Desafortunadamente, señaló, la situación “va tomando el tinte de lo que pasó con mis hermanos, que nadie hizo nada… Va a quedar impune seguramente”.