*¿Qué nos Ocultan?
*Racismo, ni Broma
*Videos, Costumbre
Miércoles 27 de mayo de 2015
Cada que el voluminoso Agustín Carstens Carstens –la materialización del banquero con estómago feliz de acuerdo a la versión de cientos de cartonistas-, abre la boca, no para ingerir sus alimentos gourmets sino para hablar se entiende, entramos en pánico. Desde que dejó su puesto ejecutivo en el Fondo Monetario Internacional, sólo bajo las órdenes del español Rodrigo Rato y Figaredo, ahora bajo proceso judicial indiciado por un presunto fraude a Bankia –la antigua Caja Madrid-, no ha sido optimista una sola vez salvo cuando nos anunció un “catarrito” que se convirtió en neumonía severa en ausencia de previsiones.
El gobernador del Banco de México –no del Estado, para no confundir con el sucesor de peña en el cargo quien no ha dejado de padecer las intromisiones del numeroso grupo de mexiquenses que pulula alrededor del mandatario-, insiste en que la economía habrá de “desacelerarse” todavía más y acepta una crisis de exportaciones muy aguda –excepto en el campo de los estupefacientes en donde el mercado estadounidense está perfectamente regulado y controlado-, y la inevitable caída en los precios del petróleo además de las presiones del dólar y euro para abaratar, todavía más, las ofertas mexicanas en distintos rubros, sobre todo el energético. Una perspectiva de desastre que no sabemos si tendrá salida a lo largo de un sexenio presumiblemente en vías de romperse por las enfermedades del presidente peña. No es cosa sólo de esperar a la celebración de la jornada electoral; la asfixia ya está aquí y, por ende, la angustia del señor Carstens.
Desde luego, los errores de cálculo de nuestro gobierno son patéticos. Alentado por el optimismo demagógico de luis videgaray caso, secretario de Hacienda, el señor peña se dio a la tarea de anunciar la realización de cuatro mil seiscientas obras; como están las cosas, seguramente nos venderán como tales hasta las bombillas de la luz pública en todo el país para así llegar a la cifra preestablecida aun cuando ya se sabía del deterioro en el valor de la mezcla mexicana de crudo y de las asechanzas sobre nuestro pobre peso, mal defendido en todos los renglones.
No debe olvidarse que los recortes del Banco de México, en este ciclo, suman tres por lo que debemos ser cuidadosos en el análisis; tal demuestra, a ciencia cierta, que los “sabios” economistas no han sabido visualizar los mercados a futuro y nos han entregado a la especulación. ¿O será una estrategia para casi regalar empresas, como PEMEX, con tal de que los inversionistas no observen a Cuba como el polo más atractivo por el momento? De pronto, de la madriguera salieron los antillanos deseosos por competir y atraer capitales para salir de una asfixia de más de medio siglo, desde 1959 nada menos. Y no es por causa de la Revolución de los barbudos sino de que fueron cayendo, uno a uno, sus apoyos universales hasta reducirse, tímidamente, a los buenos deseos del ruso Vladimir Putin quien, recientemente, visitó la isla del Caribe para ganarle el tranco al francés Francois Hollande, primero de su país en entrar con esta representación a la tantos años estigmatizada isla del Caribe. Las señales para México fueron rojas.
Desde el inicio de la administración peñista, insistimos en la urgencia de diversificar las reservas monetarias del país, comprando euros y yenes, para equilibrar los vientos especuladores. Tal fue la idea que recogí, en La Habana, de voz del Premio Nobel Roberto Mundet a pregunta expresa. Consideraba que de esta manera no se apostaría sólo a los dólares como referentes de estabilidad porque éstos podrían entrar a un lapso especulativo para dominar a la moneda europea y a la japonesa. Mundet habló de ello en febrero de 2002 y desde entonces ya pasaron trece años sin que nuestro gobierno tomara la iniciativa para evitar presuntas crisis recesivas como las que hemos sufrido a partir de 2008. Otra hubiera sido nuestra suerte de atender a los consejos de Mundet y de otros economistas más antes de caer en el tobogán de la parálisis sin remedio. Ya estamos en él y, por desgracia, vamos para abajo en momento coyunturales cuando la crisis social y política van agudizándose igualmente ante la torpe actuación del gabinete económico.
Debe considerarse además que Carstens no es eterno en la conducción del Banco de México y sus funciones están a punto de cesar en un año más. ¿Pasará videgaray, como viene siendo costumbre desde que así lo hiciera Guillermo Ortiz Martínez, al relevo, para entregar su sitio a otro economista proveniente del magisterio de carlos salinas o el de ernesto zedillo, a trueque de los vientos presidenciables que soplaban a la espalda de videgaray al integrarse al gabinete presidencial y evadir la posible postulación al gobierno del Estado de México? Buen escapista, en todo caso, videgaray medirá los momios y sabrá por cuál ratonera introducirse para salvar el pellejo ante la inminencia de un nuevo caos financiero que, en esta ocasión, puede tomarnos sin suficientes dólares en nuestro mercado –dada la baja en los precios petroleros-, y con una recaudación igualmente restringida. Se tiene temor en las alturas a una reacción popular incontrolable si se alimenta al gobierno con nuevos o más onerosos tributos; más ahora cuando la confianza general en el mandatario y sus colaboradores está perdida de manera irremisible.
Pero, si estamos en las vísperas de los comicios del 7 de junio, exactamente a once días exacto, es evidente que lo peor nos está siendo ocultado para evitar consecuencias en la voluntad del electorado ya de por sí confundido y, en buena parte, reacio a votar sea anulando su sufragio o absteniéndose a participar en la parodia que sólo desgasta sin dar cauce a los ansiados cambios, de modelo político específicamente, que nos permitan sacudirnos de la cáfila de maleantes políticos dispuestos a seguir desangrándonos; y no sólo bajo el flagelo de la absurda guerra entre mafias sino con las sanguijuelas de la economía que tan bien proveen quienes se dicen genios por pretender regir nuestro destino a costa de proteger a los consorcios gigantes y deprimir el valor del trabajo para no frenar, alegan, la creación de empleos. Nunca las falacias fueron tan cínicas.
Las estimaciones de desarrollo son entre dos y tres puntos porcentuales; el siguiente anuncio nos dejará en el límite, entre el cero y el dos por ciento, hasta que la desaceleración esté por debajo de cualquier posibilidad de crecer en un mundo muy competitivo al cual no podemos sumarnos por ausencia de una rectoría económica seria y bien dirigida. Perdido el sentido común, fracasamos igualmente al querer politizar la economía y peor aún aplicar algunas iniciativas de reformas que lejos de servir para atraer oportunidades nos han alejado de ellas. Las pruebas están a la vista: de la “cola” de demandantes de los anunciados contratos de PEMEX pasamos a la condición de limosneros suplicando por ellos ante la fuerza de los hechos lacerantes.
¿Sirven de algo los 195 mil millones de dólares de reservas internacionales en poder del Banco de México?¿Existe alguna fórmula para poder usar estos recursos “de manos muertas” –como antes de la Reforma juarista-, y así paliar las presiones del exterior por lo acelerado del endeudamiento general de México que ya es de un billón trescientos mil millones de dólares –un millón de millones más trescientos mil millones más-. Con el comparativo entre el ahorro y los empréstitos nos aseguramos que la mala administración oficial es la responsable de la debacle, en primer sitio, sin duda alguna. Nada de aires de afuera ni de sacudimientos desde Europa o Asia; sencillamente, videgaray, al pretender cuidarse de más las espaldas, nos precipitó a este cañón rebosante de cordilleras y subidas y bajadas que sólo deterioran cualquier posibilidad de estabilidad. También esto se ha perdido a causa de un peñismo iluso, con escasas ideas cómo debe gobernarse y dirigido por una jauría de jóvenes clones del mandatario segurísimos sobre el imperativo de mantener las apariencias antes de aprender las funciones de cada cargo. Desde Alejandro Murat Hinojosa, hijo del oaxaqueño Pepe y director del INFONAVIT –trabado por ahora-, hasta Aurelio Nuño Mayer, jefe de la oficina de la Presidencia quien no ha podido siquiera evitar los dislates de peña en su obsesión por crear “nuevos” estados del país por pura semántica presidencial.
Bueno, ¿y cuánto vendrán las soluciones además de los sudores de Carstens y los rostros impotentes, con lentes levantados sobre los cabellos en señal de derrota? Bueno, por el momento, la agenda presidencial está llena. ¿Entienden, mexicanos?
Debate
No creo que sea defendible la postura de Lorenzo Córdova Vianello acerca de que es más trascendente la forma ilegal en que se pudieron obtener las grabaciones con inclinaciones racistas del consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE, por ahora), y no tanto las expresiones difundidas sobre la “gran nación chichimeca” a la cual comparó con las caricaturas de Toro, el compañero del blanco “Llanero Solitario, y con “Toro Sentado”, el referente más clásico de los Apaches de Norteamérica sometidos a golpes de aniquilación tras uno de los genocidios mayores de la historia. Así surgió Estados Unidos.
Córdova, influido acaso por sus familiares y amigos de allende el mar, mostró un desprecio inmenso por la cultura y las costumbres indígenas –desde el pasado mes de abril-, precisamente cuando encaminaba un programa sobre el imperativo de evitar la discriminación en las elecciones. Se dio un tiro por la culata y se atiene a la ilegalidad de las grabaciones… cuando se dirigía a su secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina. Do funcionarios charlando entre sí sobre sus impresiones de la reunión sostenida con dirigentes indígenas, entre ellas el parodiado Hipólito Arriaga Pote quien tiene derecho a demandar al funcionario racista y, como tal, abyecto.
Si a un aficionado al fútbol se le encarcela y se le retira de los estadios, prohibiéndoles estar en sus cercanías por determinado tiempo, luego de gritar una majadería ofensiva a un jugador –hubo quien le ha tirado un plátano a Neymar llamándole mono-, ¿qué merece el árbitro de la contienda electoral luego del escándalo? Sencillo: cuando menos su remoción y las consiguientes multas administrativas. No se puede pasar por alto una afrenta de esta naturaleza cuando nuestros connacionales, en el exterior, sufren infinidad de humillaciones por su origen o sus rostros morenos. ¡Vivimos en estado de indefensión ante la prepotencia inaudita de los peña-bots!
La Anécdota
La tendencia a espiar surgió en 2005 cuando el trío de mujeres con poder, de distintas filiaciones entonces, marta, del PAN, elba esther, del PRI, y Rosario Robles, del PRD, conjuraron para montarle una trampa a su odiado Andrés Manuel exhibiendo a algunos de sus cercanos recibiendo “donaciones” por parte del corrupto empresario argentino, Carlos Ahumada Kurtz, con el propósito de reventar la precandidatura presidencial del entonces jefe de gobierno del Distrito Federal.
Desde entonces, la costumbre quedó y han sido señalados en algunas grabaciones, entre otros, Luis Téllez Kuenzler, Purificación Carpinteyro Calderón, emililo gamboa patrón, Manlio Fabio Beltrones, Fidel Herrera Beltrán y una larga lista de elementos bajo la lupa. Y salvo algunas remociones compensadas, nada ha pasado al respecto porque, desde luego, la voluntad superior, la del presidente en cada periodo, se ha opuesto. ¿Vamos a dejar estos casos, como el del racista Córdova, en la impunidad?
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E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
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SERÍA INTERESANTE QUE ESPIÁRAMOS A LOS FUNCIONARIOS DE HACIENDA CUANDO VIAJAN A LOS ESTADOS UNIDOS. ¿HABRÁ PODIDO ALGUNO CONOCER LA BODEGA EN DONDE, SE SUPONE, SE GUARDAN CUATRO MIL MILLONES DE DÓLARES EN LINGOTES DE ORO EN FORT KNOX? NI POR CASUALIDAD. MORALEJA: PENDEMOS DE UN HILO DELGADO Y POR ESO LAS CRISIS SON RECURRENTES.