Muchos son los cambios que a nivel nacional deberán ocurrir en la segunda mitad de la administración de Enrique Peña Nieto, pero los que no ocurrirán –para variar-, son los que constituyeron el principal eje de propuestas de la oposición; pues su llegada a San Lázaro de ninguna manera implica que tengan el potencial de cumplir lo que comprometieron a los ciudadanos que votaron por ellos.
Una muestra rápida, el partido Morena, que a nivel nacional pudiera alcanzar 40 diputados federales, y que en Quintana Roo sorprendió al colocarse como la segunda fuerza política estatal, no logrará echar atrás las reformas alcanzadas en los últimos dos años, y que fue su principal oferta política, pues para lograrlo requeriría de todos los votos de la oposición, de acuerdo a las proyecciones preliminares; pero ya desde anoche mismo se advertía el nivel de encono que tendrá con el partido del que se escindieron, el de la Revolución Democrática (PRD), con quienes difícilmente cruzarán palabra, a menos que sea para echarse afrentas mutuamente.
El Partido Acción Nacional (PAN), por su parte, se comprometió a revertir la reforma fiscal, para regresar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 11 por ciento en las fronteras del país, pero no podrá hacer mucho tampoco, pues aunque será la segunda fuerza en el Congreso de la Unión, requeriría de los mismos votos opositores que Morena para lograr cumplir su promesa de campaña. Muchos gritos habrá en tribuna, pero no modificarán las reformas que han sido señaladas como el mayor éxito de la administración peñanietista, aunque sus beneficios aun permanecen en el discurso.
Pero ello no significa, de ninguna manera, que no vaya a haber modificaciones en las reformas en cuestión, sólo que dependerán de las “consideraciones” coyunturales desde la Presidencia de la República. Ya ocurrió hace unas semanas, al declararse la suspensión de exámenes a los maestros en todo el país; con lo cual se trunca la reforma educativa. En términos llanos serán moneda de cambio, de acuerdo a los requerimientos electorales.
Concluidas las elecciones del domingo, inició la carrera del siguiente proceso electoral. Si en 2015 se renovaron gubernaturas en 9 entidades, en 2016 se renovarán 12 más, incluyendo Quintana Roo. En total; durante la administración de Enrique Peña Nieto se renovarán 21 de las 32 gubernaturas de la República Mexicana. No perdamos pues de vista los ajustes que siempre vaticinamos en este espacio: un presidente mucho más duro que comenzará a cobrar cuentas en donde considere necesario, tanto en el gabinete como en los estados, así se observa desde aquí A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
P.D. Este es el Tiro de Piedra 100, publicado en Novedades. Gracias Marco Lozano, gracias Javier Chavez.