América es un balón: Chile acoge fiesta continental del fútbol

Santiago de Chile, 11 jun (PL) Al caer hoy la noche en Chile, el Estadio Nacional «Julio Martínez Prádanos» estará sin dudas a tope con sus 47 mil 953 butacas ocupadas, señal del inicio de la 44 Copa América de Fútbol.
La mayor fiesta continental del deporte de las multitudes reclamará en esta oportunidad algo más que simples estadísticas y resultados. El privilegio de ver a las más grandes luminarias del balompié del área  es un valor agregado.
No estarán en la grama esta noche Messi, Aguero, Neymar, James, Falcao o Cavani, pero si lo harán Alexis Sánchez y Arturo Vidal, los ídolos locales por Chile, en el partido de apertura contra Ecuador.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelt, confirmó su participación en la ceremonia y su deseo de dar el primer balonazo del certamen.
Pero antes, un espectáculo cultural lacónico aunque sensacional según los coreógrafos, adornará la fría noche de Santiago en una carrera de largo aliento que involucrará a 12 países durante cerca de un mes.
Hansel Cereza, con la experiencia de organizar espectáculos para los Juegos Olímpico de Barcelona 1992 y con el Cirque du Soleil, promete belleza y colorido, con música de otro español, Salvador Niebla.
Entre los detalles alrededor del torneo, aparece la alerta del Gobierno de Chile por un brote hasta ahora controlado de sarampión y la obligatoriedad de vacunarse a los visitantes en puntos fronterizos y aeropuertos.
Asimismo, la prohibición de las autoridades del uso de drones en todos los nueve estadios y ocho ciudades que servirán de sede al evento que concluirá el 4 de julio próximo.
Más relajante, los pronósticos del zorro rojo Zincha del BuiZoo de la periferia de esta capital, y el destape de esculturales modelos que en franco desafío ante las heladas temperaturas exhiben sus bondades en ropa deportiva.
Tres de ellas, de Argentina, Brasil y Chile, lanzaron la víspera la Fiesta del Vino a propósito de la Copa América.
Daniella Chávez, Lucila Vit y Clarisse Lima se dieron una vuelta por el céntrico Paseo Bulnes, a pocos metros del Palacio de La Moneda, donde con camisetas de sus respectivos países jugaron con pelotas, bailaron y pisaron uvas.

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