Aspiraciones de Margarita Zavala y Ricardo Anaya son buenos síntomas de participación pública: Fernando Herrera

Esta mañana en entrevista el líder de la fracción blanquiazul en el senado de la República Fernando Herrera se refirió a las aspiraciones de Margarita Zavala y Ricardo Anaya. A lo que dijo que son bienvenidas estas aspiraciones, no sólo las de Margarita, sino la de cualquier otro individuo, personaje, militante del Partido Acción Nacional, que esté en esa disposición. Lo único que les estamos solicitando es que se mantenga el orden, la disciplina institucional y que nos conduzcamos conforme a la legalidad interna.

Son buenos síntomas de una participación pública. Y en torno a la renovación de la dirigencia, yo lo que les puedo decir es que hay gran conciencia entre todos los panistas de que hoy lo que nos surge como motivación es llamar al consenso, buscar quién aglutine, quién sume, quién tenga la capacidad de dirigir en esta nueva circunstancia al Partido Acción Nacional por diversos actores políticos con los cuales yo estoy de acuerdo.

Creo que Ricardo Anaya tiene todas las características para ser el nuevo dirigente de Acción Nacional porque tiene visión, tiene juventud, representa cambio, representa dinamismo, es un hombre que ve hacia el futuro, no ve hacia atrás, hace reflexiones serias y creo que ha actuado con congruencia a lo largo de su carrera política.

Con respecto a la disidencia magisterial consideró que estos grupos de presión ya le tomaron la medida al gobierno. Esa es la señal que envía el gobierno federal. No han querido tomar decisiones firmes, no han tenido la capacidad de persuadir a estos grupos a que se conduzcan dentro del orden y la legalidad, recalcó. Al contrario, ante la menor finta, el menor signo de disidencia, inmediatamente el gobierno dobla las manos. Ellos dicen que por prudencia y el mensaje que le están mandando a la sociedad es un mensaje de debilidad. Eso nos preocupa de manera permanente porque es una actitud recurrente la que ha tenido el gobierno federal para aparentemente darle salida a este tipo de diferendo.

No hay autoridad firme, hay una terrible desconfianza en el gobierno. Los niveles de aprobación en el gobierno federal son los más bajos de la historia, y esto tiene una lectura clara: no hay congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Y el caso de la Ley de Educación es el más claro ejemplo de ello; una ley de avanzada que se construyó entre todos los actores políticos para darle orden al magisterio en el país, está simple y sencillamente siendo utilizada como instrumento de negociación, cuando el mandato de los mexicanos fue meterle orden a rajatabla al sector educativo.

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