Presentan estudio sobre programa prevención del delito en México

México, 23 jun (PL) El Programa Nacional de Prevención del Delito (Pronapred) tiene un buen enfoque hacia los jóvenes pero existen otros puntos débiles, afirmó hoy Edna Jaime, directora general del Centro de Análisis de Políticas Públicas México Evalúa.
Lo anterior lo planteó al presentar el documento Prevención del delito en México: ¿Cuáles son sus prioridades?, en la Casa Lamm, institución cultural donde se efectúan diversas actividades tales como convenciones y foros, ubicada en la capital del país.
En la presentación dijo que México cuenta con una política en la materia: el Pronapred, que parte de un razonamiento correcto, es decir es mejor prevenir que remediar.
Preocupa que la población penitenciaria sea de las menos atendidas, aun cuando el propio Pronapred la define como prioritaria, añadió.
Posteriormente dio a conocer varias recomendaciones, entre ellas seleccionar las acciones a las cuales dar seguimiento para evaluar su impacto.
Creo que la prevención cambia vidas y estamos obligados a hacerlo y muy bien y las políticas públicas transforman realidades, sintetizó.
Por su parte, Eunice Rendón, encargada de la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, hizo énfasis en toda la labor realizada.
Manifestó que las mejoras en los diagnósticos se deben a la capacitación y citó varios ejemplos sobre jóvenes que cambiaron su vida a través del mencionado programa.
En declaraciones a Prensa Latina, Jaime expresó la importancia de discutir este tema en el país, «pero una cosa es tener una buena intención y otra es tener una buena política de prevención, entre estas dos cosas hay una brecha».
El primer año analizamos una muestra aleatoria de las acciones que se hacían en materia de prevención y evaluamos en 2014 cinco mil 500, lo que nos permitió conocer de qué está hecho el programa y si parte de buenos diagnósticos, mientras las conclusiones las presentamos hoy.
Tenemos una política de prevención que necesita madurar, fortalecer sus diagnósticos y conectar mejor estos con las acciones, precisó.
Es una política de prevención a la que se debe dar seguimiento para saber si está funcionando y vemos con buenos ojos los talleres, pero las terapias, becas y acompañamientos académicos, están muy rezagados cuando pueden ejercer un resultado contundente, agregó.
No hemos medido el impacto aún de esas acciones y una de las recomendaciones es que haya seguimiento, evaluación y monitoreo, ya que «está corriendo el tercer año del programa», concluyó.

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