Concepción, Chile, 23 jun (PL) Casi seguro Brasil tendrá apremio en hacer goles frente a Paraguay en la Copa América de Fútbol, para tratar de borrar la amarga pesadilla de Argentina 2011, cuando fue eliminado en cuartos de finales.
La oportunidad se pinta sola el sábado venidero a las 18:30 hora local en el estadio Ester Roa.
Un capitulo, diríase, increíble, en los malos pasos de la canarinha en los últimos años. La tanda de penales fue bochornosa para el gigante sudamericano y pudiera afirmarse que Brasil tiró el partido por la borda.
Elano abrió con disparo a las nubes; el paraguayo Barreto lo imitó; Thiago Silva falló con tapada del portero Villar; Estigarribia certero; Santos pareciéndose a Elano; Riveros marcando el 2-0 y Fred por fuera.
Una eliminación doblemente dolorosa porque incluyó el hecho de que ninguno de los jugadores de la verdeamarelha venciera el arco rival. Episodio que pudiera repetirse el próximo sábado en esta ciudad, al menos en el escenario de la lotería de penales.
Paraguay es un plantel de estilo similar a Uruguay en el plano defensivo. No produce muchos goles y con una mínima ventaja se cierra atrás con una barrera casi inexpugnable. Su técnico Ramón Díaz consolida esta fórmula.
Resulta que en esta Copa América el reglamento plantea el lanzamiento de penales al término de los 90 minutos, sin pasar por los habituales 30 minutos de alargue. Dunga debe pensar que no puede perder como lo hizo la escuadra en 2011.
En realidad, tampoco es la filosofía de los auriverdes de modo general, aunque las críticas a Dunga de los medios brasileños se sustentan precisamente en su planteo conservador.
El temor es que con la pérdida de Neymar, retome su sendero tradicional. El domingo ante Venezuela y después de 70 minutos glamorosos, puso a seis jugadores en plan defensivo. El balance no fue dramático de milagro.
En Argentina hace cuatro años, Brasil y Paraguay se enfrascaron en un vibrante encuentro que concluyó empatado a dos goles. Lo demás, ya se sabe.
Luego, tampoco los guaraníes son presa fácil. Con veteranos y jóvenes figuras le empataron a Argentina 2-2 en la primera ronda de la cita que se celebra en Chile.
Cierto que el Penta de Dunga acumula 12 triunfos y siete empates en 26 enfrentamientos, pero la salida de Neymar y en sentido general la ausencia de un estilo de juego definido, complica aún más el panorama de los brasileños.
En la Copa del Mundo en sus predios el pasado año, la canarinha perdió a Neymar en semifinales por una lesión ocasionada por el colombiano Camilo Zúñiga y ante Alemania, encajó la humillante y dolorosa goleada de 7-1.
Esta vez algo nuevo se rescató, con otro entrenador, Carlos Dunga en lugar de Luiz Felipe Scolari, y el llamado a filas de un veterano de mil campañas, Robinho, quien a sus 31 años reverdece laureles.
Robson de Souza, Robinho, tuvo una excelente contienda con el Santos de Sao Paulo y en la confianza que todavía le tiene Dunga, lo incorporó al plantel nacional más bien como referente y consejero.
Pero ocurrió lo inesperado. Se fue Neymar y no quedó otra alternativa que echar mano al otrora estelar delantero del Real Madrid, Manchester City y AC Milán. Éxito total con el complemento de un joven ascendente, Willian.
Todavía necesita más, de un rendimiento sólido de Thiago Silva, Dani Alves, Miranda y Filipe Luis en defensa, y de mayor voracidad en ataque de Philippe Coutinho (o Diego Tardelli) y Roberto Firmino.
¿Penales?, pesadilla de Brasil ante Paraguay en Copa América
Por Michel Dalí