Moscú, 15 jul (PL) Expertos de aviación rusos se refirieron hoy al impacto de un cohete aire-aire como la más posible causa de la caída de un Boeing-777-200 de Malysian Airlines en el sureste ucraniano, con 298 personas a bordo.
El estallido de un artefacto de unos 40 kilogramos de peso pudo producirse por el lado izquierdo de la cabina del avión y muy cerca de la escotilla del comandante de la nave, señaló el vocero oficial del Comité de Investigaciones de Rusia, Vladimir Markin.
Para la pesquisa independiente, los especialistas rusos emplearon cientos de fotos realizadas a los fragmentos del Boeing que se desplomó el 17 de julio de 2014 desde una altura de 10 mil metros sobre la conflictiva región de Donetsk, destacó el portavoz.
Contrario a la versión de Occidente de una participación rusa, compartida por Ucrania, a donde en febrero del pasado año llegó al poder un gobierno golpista, los investigadores rusos opinan que en las fotos se ven orificios apenas separados por ocho milímetros entre sí.
Por las características de los impactos, incluido el ángulo por donde entró el artefacto al avión, pudo tratarse de un proyectil activado a distancia, consideraron los expertos, citados por Markin.
Tras realizar el modelo en tercera dimensión de posibles variantes, los especialistas estimaron que podría tratarse del cohete aire-aire de fabricación israelí Python-4 o Python-5.
Los referidos misiles nunca llegaron a introducirse en la aviación rusa, pues ésta utiliza su propia tecnología para tales casos, pero si se conoce que fueron instalados en la versión modernizada del SU-25 de la aviación georgiana.
Tiflis, muy cercana al actual gobierno del millonario Piotr Poroshenko, pudo suministrar ese tipo de naves aéreas a Kiev, consideran los especialistas rusos.
Un operador de tráfico aéreo de una base situada a apenas 20 kilómetros de donde ocurrió el desastre, Evgueni Agapov, narró en su momento como de esa instalación despegó una pareja de SU-25 el mismo día del accidente y solo regresó un solo aparato.
Uno de los pilotos de la patrulla admitió que habían derribado «al avión equivocado», señaló Agapov.
La catástrofe del vuelo MH17, que cubría el tramo entre Amsterdam y Kuala Lumpur, es investigada por expertos de Holanda, pues unos 170 fallecidos eran ciudadanos de ese país.