México, 15 jul (PL) El curso Jóvenes Guardianes de Teotihuacán fue reconocido por la Unesco como un proyecto ejemplar de trabajo comunitario al vincular a las poblaciones que rodean ese sitio prehispánico mexicano con su patrimonio cultural, se conoció hoy.
Este evento se desarrollará del 20 al 31 de julio dijo el arqueólogo Eduardo Escalante, de la Dirección de Operación de Sitios.
En un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) plantea que el taller reúne desde 2011 a niños y jóvenes de seis a 15 años de edad.
Convertidos en jóvenes guardianes contribuyen a preservar los valores excepcionales de esta zona arqueológica inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde 1987.
La ciudad prehispánica de Teotihuacán, considerada una de las mayores urbes prehispánicas de Mesoamérica, está ubicada en el estado de México y en náhuatl significa «la ciudad donde los hombres se convierten en dioses».
Entre las bellezas arquitectónicas que se conservan sobresalen las pirámides de la Luna y el Sol.
El organismo internacional incorporó estas actividades de verano al programa World Heritage Volunteers 2015 (Voluntarios para el Patrimonio Mundial).
En el marco de su Programa de Educación convoca a voluntarios internacionales mayores de 18 años a integrarse a este esfuerzo por conservar esta zona de monumentos arqueológicos, que cada año recibe unos tres millones de visitantes.
Es indispensable que al retornar a sus países compartan la experiencia y repliquen este proyecto con el cual la Unesco pretende que los jóvenes preserven y promuevan los bienes declarados patrimonio mundial, dijo la arqueóloga Elba Estrada, coordinadora del programa.
Durante el primer año del curso de verano se abrió la convocatoria para 40 asistentes, pero la demanda hizo que se ampliara a 87 y este curso, en su quinta edición, tiene una plantilla de 107 niños, resaltó.
El objetivo son las comunidades de los municipios de San Juan Teotihuacán y San Martín de las Pirámides, donde muchos niños y adolescentes aunque parezca extraño no conocen el sitio arqueológico, detalló.
«Tener el respaldo de la Unesco, a través del programa de Voluntarios para el Patrimonio Mundial, permitirá difundir el proyecto en diversos países y reforzar el trabajo ejemplar y compromiso del INAH con instancias internacionales», precisó.
A través de actividades lúdicas se explica el significado de conceptos como patrimonio tangible o intangible, sitio histórico o arqueológico, bien cultural o natural, y se reconocen los valores universales excepcionales de Teotihuacán, explicó la especialista.
Este año el tema será el patrimonio natural mexicano, con el cual se busca reforzar el concepto de sustentabilidad y cuidado del entorno.
La incorporación al programa de Voluntarios para el Patrimonio Mundial se da en el marco de las celebraciones del 70 aniversario de la Unesco y en la continuación de la Década de la Biodiversidad (2011-2020).
En el actual año, el organismo mundial validó 53 proyectos de 34 países: 10 son de Latinoamérica y de estos cuatro pertenecen a México, de los cuales uno corresponde al de Teotihuacán, donde participarán cinco voluntarios, entre ellos un español, una peruana y una mexicana.
La antropóloga Ruth Landeros, de la Dirección de Operación de Sitios del INAH, comentó que el proyecto ya ha madurado, existen muy buenos resultados y es momento de abrirlo al mundo.
Al final, se presentará un informe a la Unesco para que se evalúen los cinco años de actividad, con la aspiración de obtener el reconocimiento de Buenas Prácticas por parte del organismo mundial.