Madrid, 18 jul (PL) Un futuro incierto se cierne hoy sobre el túnel que une a España y Francia por debajo de los Pirineos, cuya administración se declaró en quiebra y convocó a un concurso de acreedores.
TP Ferro, sociedad constituida a partes iguales por la española ACS y la francesa Eiffage, solicitó el concurso en el Juzgado de lo Mercantil de la ciudad de Girona ante la imposibilidad de lograr un acuerdo sobre la deuda con los acreedores y los gobiernos de España y Francia.
Ambas constructoras se adjudicaron en 2003 un contrato para la construcción y explotación de este túnel por un monto de mil millones de dólares.
La tutela de la Ley Concursal fue solicitada el pasado marzo, cuando la asociación se acogió a un preconcurso que le dio cuatro meses para reestructurar la deuda, lo cual no pudo lograrse.
No obstante las empresas informaron que garantizarán la explotación del túnel que permite el tráfico de trenes de Alta Velocidad Española (AVE) entre Figueres (España) y Perpignan (Francia).
La vía, considerada una de las grandes obras ingenieras del mundo, tiene 44,4 kilómetros de longitud, de los cuales 8,3 kilómetros transcurren bajo los Pirineos.