-Solo falta que la PGJDF le manifieste a un “portentoso” tratante de personas, “usted disculpe señor, nos equivocamos”; el Poder Legislativo debe reformar lo ya deformado de la Ley de Códigos Penales de la ciudad de México, que ha sido coyuntural para que criminales eludan la ley; Siguen lamentando la actuación de la PGJDF en el caso Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre
-Lo vergonzoso del caso es que el Partido Revolucionario Institucional se mostró como un partido de “hacerse de la vista gorda” para no echarle más gasolina a la lumbre política, y decidió pasar por alto el escándalo político-judicial en que metió el regordete a su partido
El día que a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre se le entregue la boleta de exoneración y libre de pecado en cuestión de delitos graves como el secuestro y la trata de personas, antiguamente de trata de blancas, ese día habrá “fiesta nacional” porque las leyes mexicanas tanto han protegido a esos sujetos de negra reputación, que la laxitud permitirá que la impunidad se incrimine tanto en el terreno de lo civil como en lo político.
La senadora perredista Angélica de la Peña Gómez, quien desde la máxima palestra de la nación se convirtió en una defensora a ultranza en contra de quienes cometen delitos de lesa humanidad, recientemente había lamentado la serie de actuaciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), en relación al Caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, por su inminente exoneración.
Como lo han difundido algunos medios de comunicación, sería un caso más de impunidad y un descalabro para la PGJDF en el combate a la trata de personas, toda vez que si bien señaló que la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos vigente, resulta inaplicable por los graves errores y contradicciones jurídicas que complican la labor de sus operadores, “se esperaba que la investigación iniciada por la PGJDF lograra encontrar elementos que permitieran aplicar los preceptos de la Ley para la Protección, Atención y Asistencia a las Víctimas de los Delitos en Materia de Trata de Personas del Distrito Federal”.
De la Peña dijo que “cuando menos se podría haber solicitado el ejercicio de acción penal por el delito de acoso conforme el Código Penal del Distrito Federal en su artículo 179, sin embargo, todo parece indicar que Gutiérrez de la Torre no recibirá sanción alguna”.
Lo vergonzoso del caso es que el Partido Revolucionario Institucional se mostró como un partido de “hacerse de la vista gorda” para no echarle más gasolina a la lumbre política, y decidió pasar por alto el escándalo político-judicial en que metió el regordete a su partido.
La senadora del PRD indicó que otro sería el derrotero para Gutiérrez de la Torre si las modificaciones a la legislación contra la trata de personas, aprobadas y turnadas por el Senado de la República, hubieran sido ya aprobadas por la Cámara de Diputados y publicadas, porque según el artículo 10 podría configurarse la tentativa del delito de trata de personas con fines de explotación, lo cual implicaría la imposición de 10 a 25 años de prisión y multas de cinco mil a cincuenta mil días de salario mínimo vigente.
La senadora de la Peña estableció que también basándose en el artículo 32 –de la reformas aprobadas por las y los senadores- podría sancionarse, con pena de 2 a 7 años de prisión y de 500 a un mil días multa, la solicitud o contratación a un medio impreso, electrónico, cibernético, o cualquier otro medio de comunicación, un espacio para la publicación de un anuncio que encuadre en cualquier de los supuestos de publicidad ilícita o engañosa con el fin de facilitar, promover o procurar que se lleve a cabo cualquiera de las conductas delictivas objeto de la Ley contra la Trata de Personas.
Angélica de la Peña señaló que espera que las y los diputados federales electos para la LXIII Legislatura en San Lázaro, reactiven la discusión sobre la reforma contra la Trata de Personas y se concrete una legislación eficaz y plenamente aplicable para sancionar debidamente y erradicar un delito que se ha convertido en la tercera fuente de ingresos de la delincuencia organizada trasnacional.
ANGÉLICA DE LA PEÑA
Su carrera de actuación, la cual cursó en Guadalajara, Jalisco, de donde es originaria, la llevó a la política, así recuerda Angélica de la Peña, experta en derechos de la infancia y la adolescencia y activa militante en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), sus inicios en el campo de la política.
Recuerda que primero estudié escultura y después incursioné en el teatro. Cursé la carrera de actuación en la Escuela de Artes Plásticas de Guadalajara.
Cuando llegó a la ciudad de México su intención era continuar sus estudios en el Centro Universitario de Teatro. Sin embargo –por casualidad–, incursioné en el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y comencé mi carrera en la política”.
Posteriormente Angélica de la Peña conoció y se casó con un joven y prometedor dirigente e ingeniero de profesión, Jesús Ortega Martínez, pilar de la expresión Nueva Izquierda, comenzando así su trabajo de proselitismo entre campesinos y ejidatarios, pero también enfocada en los derechos de los infantes.
NIÑAS Y NIÑOS, SU PREOCUPACIÓN
Angélica de la Peña cuenta con un amplio perfil como defensora de los derechos humanos de las niñas, los niños, los adolescentes y de las mujeres, y tiene una relación permanente con diversas Redes y Organizaciones de la Sociedad Civil.
Fundadora de Mujeres en Lucha por la Democracia, una asociación civil de la cual también fue integrante de su ejecutivo nacional en 1992; del Observatorio de Políticas de Niñez y familias, A.C. y de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres, A.C.
“Yo soy una mujer que lucha porque haya igualdad de género y estoy totalmente comprometida con eso, aunque mi militancia fundamental es pugnar y lograr que los niños, las niñas y los adolescentes, sean plenamente reconocidos como sujetas y sujetos de derecho”.
En este sentido, importantes son los logros que ha alcanzado: en 1980, cuando militaba en el PST, presentó al entonces presidente de México José López Portillo la iniciativa de Ley sobre Derechos del Niño.
Tiempo después, ya como legisladora federal, impulsó la reforma al Artículo Cuarto Constitucional para dejar asentados los derechos de niñas y niños, en cumplimiento con lo establecido en la Convención sobre los Derechos de la Niñez. Asimismo, fue impulsora de la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, vigente desde mayo de 2000.
“Cuando fui diputada federal en la LVII Legislatura, en 1997, mi meta fundamental era llegar a reformar la Constitución. Para mí era muy claro eso. Porque de no cambiar la Constitución y no dejar asentados los derechos de la infancia no podríamos tener el piso jurídico y estructural para establecer la Convención sobre los Derechos de la Infancia. Fue una labor intensa pero afortunadamente logré, con la ayuda y el apoyo de muchos, que todos los partidos simpatizaran con este cometido.
Al dejar su cargo como legisladora, fue consultora de la UNICEF y participó como Experta en la Delegación Gubernamental para la Asamblea de Naciones Unidas para la Infancia en 2002.
Posteriormente, como diputada federal en la LIX Legislatura, presidió la Comisión Especial de la Niñez, Adolescencia y Familias, e integró las Comisiones de Equidad y Género, de Justicia y de Derechos Humanos, desde donde promovió la reforma al Artículo 18 Constitucional para la creación del Sistema de Justicia para Adolescentes infractores, acorde a los preceptos de la Convención sobre los Derechos de la Niñez.
Desde la Comisión de Equidad y Género, participó en la revisión de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, así como en el diseño de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Desde la Comisión Especial de la Niñez, Adolescencia y Familias, promovió reformas al Código Penal Federal y a otros ordenamientos en materia de protección de delitos contra el libre desarrollo de la personalidad de personas menores de 18 años de edad.
Al concluir la Legislatura, De la Peña Gómez conformó la asociación civil Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres, desde la cual promovió reformas legislativas en las entidades federativas y nuevas leyes para el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, así como políticas públicas en la materia con apoyo de ONU Mujeres.
Formó parte del Consejo del Observatorio Ciudadano de la Academia Mexicana de Derechos Humanos.
Dentro de su partido, ha sido una fehaciente promotora de los derechos políticos de las mujeres, de tal manera que impulsó y ha defendido la paridad en el Estatuto del PRD.
Actualmente, Angélica de la Peña Gómez es senadora de la República por el Partido de la Revolución Democrática y preside la comisión de Derechos Humanos.
Es secretaria de las comisiones para la Igualdad de Género, Contra la Trata de Personas, Especial de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia y del Comité de Garantía de Acceso y Transparencia de la Información del Senado de la República.
Así como integrante de la comisión Anticorrupción y Participación Ciudadana, y de la Comisión Especial para la Atención y Seguimiento al caso de la empresa Oceanografía.
Es por ello que su iniciativa de reformar el Código Penal no es una inquietud particular, sino un deber para avasallar a todos esos sujetos que pretenden soslayar las leyes por muy poderosos que se sientan y hayan figurado dentro de la palestra política como líderes, tal es el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien debido a su patético protagonismo, puso entredicho a su partido, el PRI, en cuestiones de honestidad y transparencia.
De los memes en contra de Gutiérrez de la Torre, quien había demandado en consulta ciudadana “castración química a violadores y pederastas. ¡Tomemos juntos una decisión!”, mejor se exhiben conforme a las gráficas que han ilustrado y atiborrado a la Web.