Por Víctor M. Navarro
Llevamos cuatro años conquistados por LA CONQUISTA, pueden parecer muchos más porque esta cantina viene de una tradición que data de bastantes lustros atrás; toda la gente que conocíamos La Cabaña, esa cervecería con más de medio siglo como un referente de Tacubaya, en cuanto desapareció nos trasladamos naturalmente a LA CONQUISTA ya que sólo quedó instalada a media cuadra.
Sucede que Ciro, Adriana, Marino, Mayolo, Abraham se organizaron y hace cuatro años emprendieron la aventura comercial de unir esfuerzos y echar a andar un negocio que ya conocían bien.
Este pasado 30 de julio se festejó el aniversario; desde temprana hora se abrieron las cortinas del inmueble ubicado en la segunda cerrada de José María Vigil, los encargados adornaron la entrada con globos, serpentinas y motivos de color azul y blanco. En la cocina se preparaban con afán los platillos del día; recién pintado y arreglado el local todo estaba listo para esperar con los brazos abiertos a los invitados, clientela y los amigos, que para estas alturas parece que es lo mismo, todo cliente es amigo, todo amigo es cliente.
LA GAZZETTA DF televisión y diario digital, recorrió primero el entorno tacubayense, desde el puente ubicado donde convergen avenida Parque Lira, la calle Tránsito y la entrada al paso a desnivel que lleva a Viaducto y Revolución, hacemos tomas panorámicas y hablamos de lo que significa Tacubaya (lugar donde da vuelta el agua) y lo recordamos como uno de los barrios más antiguos de la Ciudad de México; fundado desde la época de los aztecas, dato histórico que ubica a Tacubaya como el primer asentamiento humano en esta ciudad. Ya en la época colonial y periodos posteriores fue un lugar donde se edificaron casonas, residencias y palacetes de los más destacados en la arquitectura urbana, sobresalen la Casa de la Bola, la Capilla de los Mier o el edificio Ermita.
En este viaje mencionamos que LA CONQUISTA está enclavada en el mero centro comercial y de gran movilidad de transporte colectivo, el metro, avenida Jalisco, paraderos, metrobus, negocios, mercados, tiendas , comederos y más,
Así, haciendo historia llegamos al número cuatro de la segunda cerrada de José María Vigil, frente a unas accesorias tipo portales que hace años fueron surtidoras de semillas, chiles, huevo y especies; entramos para darnos cuenta que la fiesta y la camaradería están presentes. Primero entrevistamos a Ciro, quien nos comenta:” Estamos contentos porque han sido cuatro años de trabajo y hay respuesta de nuestra clientela. Diario hacemos las cosas para mejorar y todos ponemos lo mejor de nosotros. Yo trabajé más de treinta años en La Cabaña, así que sé bien de este oficio y este ambiente, y además conozco a mucha gente del barrio y de las colonias cercanas. Nosotros siempre hemos pensado que hay que tratar bien al cliente, dar buen servicio y a lo que me preguntas de la calidad, aquí puras bebidas genuinas servimos, no engañamos al cliente. Tenemos muchos años atendiendo y sí creo que somos parte de la historia de Tacubaya. Como dicen: te vaya como te vaya ven siempre a Tacubaya”.
El cronista apunta un dato importante, en la cocina se le debe dar el reconocimiento a la señora Adriana (Adrianita para muchos clientes), las sopas de fideo y pasta, el caldo de camarón, espinazo, chilaquiles, albóndigas, los tradicionales caracoles, las mojarras…sin duda delicias que hay que degustar.
Y en la barra, Marino con su sentido del humor, su cara que parece sacada de un billete de 50 y su gran dedicación para servir los tragos y las chelas, acompañado de Abraham que también ya es un elemento infaltable y que sigue los pasos de su maestro.
Y para seguir en el festejo de este cuarto aniversario voy y me siento en la mesa de mis amigos de siempre, la familia Gutiérrez, Jaime y su esposa Olga, Silvia, Agustín y más tarde Vladimir, departen con humor y sombreros para la ocasión.
Los carnales Mario (Mayolo) y Diego (el anchón), como siempre sirven y alburean con los cuates, de un lado a otro traen las copas y la botana, hoy de lujo: espagueti y mixiote.
En las mesas y ayudando en la barra la hija y la familia de Ciro, la esposa de Mayolo, sus hijas, amigas, gente cercana a la familia. En otra Pedrito en muletas, y en la barra los de siempre. Es hora de mencionar que Gustavo ya está haciendo de las suyas cantando cumbias y baladas románticas, contando chistes y cabuleando con el personal, momentos antes en breve entrevista me comentó: “Desde hace años conozco a Ciro y ahora estamos aquí trabajando jueves y viernes, cantamos, interactuamos con la clientela, todos nos conocemos, hay cordialidad y cooperamos en lo que se puede, esperemos que muchos años continuemos con la gente.”
En esas estamos cuando hace su entrada triunfal el mariachi comandado por Fidel, el cantante de Tacubaya, el entonador de la alegría, quien por cierto en esta ocasión llegó con sus padres y su hermana (ahí te ves cuñao), la alegría y la fiesta a todo lo que dan.
Jaime Gutiérrez y su pareja ocupan la mesa de la entrada y afuera porque ya no caben el doc. Raulito, su compadre El Popeye y algunos invitados más brindan con alegría. La tarde se hace chiquita, hay quien se para a bailar, la “Chivis” pide al mariachi Las Dos Chabelas y se prende a la canción entonando frases con sentimiento,de pronto aparece Fer cámara en mano (LA GAZZETTA DF), y una porra para LA CONQUISTA, todos vitorean. Llegan Javier Igari y El Tolán, vienen de “gorrita café”, se suman a las celebración ni tardos ni perezosos.
Están todos o casi, están muchos, es una fiesta para todos en el barrio de todos, en uno de los lugares emblemáticos de Tacubaya, en una de las calles con mucha historia que ha ido cambiado con el venir de los tiempos, este día se ha festejado un año más y como dicen Ciro y Gustavo que LA CONQUISTA duré otro medio siglo y más.