Brasilia, 1 ago (PL) La defensa de la estabilidad democrática, del Estado de derecho y de las medidas de ajustes para reanimar la economía en Brasil constituyeron un espaldarazo de una reunión gobernadores a la presidenta Dilma Rousseff.
Ese encuentro, celebrado el jueves último, resultó un paso importante para allanar el camino hacia un escenario menos convulso en lo político y económico, que asegure estabilidad y la sanción de las propuestas gubernamentales en el Congreso.
La reunión, la primera de su tipo que celebró la mandataria desde el inicio de su segundo mandato, permitió alcanzar un pacto de gobernabilidad para asegurar la retoma del crecimiento en el país.
Para el máximo representante de estado de Maranhao, Flávio Dino, del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), esa reunión fue fundamental para activar un ciclo económico y adoptar acciones para mantener el empleo y priorizar las operaciones de crédito.
Hubo una defensa clara e inequívoca de la estabilidad institucional, del orden democrático, del Estado de Derecho y contra cualquier tipo de intento de interrumpir las reglas constitucionales vigentes, aseguró.
Ello indica un respaldó el mandato legítimo de la presidenta brasileña, lo cual -según analistas- constituyó un fuerte apoyo contra las tentativas de ciertos sectores de violentar la democracia y apartar a Rousseff del poder.
Otros gobernadores, incluso de partidos de oposición, como Marconi Perillo, de Goiás, y Gerardo Alckmin, de Sao Paulo, ambos de la Social Democracia (PSDB), respaldaron la importancia de que el legislativo no frene las medidas de ajustes y recortes del ejecutivo.
Manifestamos nuestra disposición de actuar y dialogar con los parlamentarios para la aprobación de materias importantes con el propósito de alcanzar la estabilidad política y económica de la nación, señaló Perillo.
Los pronunciamientos de estas y otras autoridades estaduales evidenciaron un alineamiento con los reclamos del la dignataria, quien destacó la necesidad de lograr un clima político de tolerancia para garantizar confianza entre los inversionistas y empresarios y lograr reanimar la economía.
Rousseff alertó que la expansión del Producto Interno Bruto depende de establecer un control de precios, de incrementar las exportaciones y estimular la inversión en el sector infraestructura.
Como primer paso mencionó la necesidad de controlar la inflación y establecer un equilibrio fiscal, lo cual requiere del respaldo de todas las instituciones brasileñas, en especial los gobiernos estaduales.
El incremento de las exportaciones propiciará asimismo una reanimación económica y las inversiones en obras de infraestructuras garantizarán empleo y renta, agregó.
Finalmente, dijo que sólo unidos se podrá avanzar, forzar una caída de la inflación en 2016 y crear las bases para un nuevo ciclo de desarrollo.