«…Estamos todavía afinando el modelo. Creemos que no tiene más allá de los 30 metros en su parte más grande y en su parte más corta unos 20 o 25 metros”.
Eso fue impactante para nosotros cuando lo vimos. Separando un poco vemos que la caliza rodea a ese cuerpo acuoso, comentó René Chávez, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Un grupo científicos del Instituto de Geofísica de la UNAM, encabezados por René Chávez Segura, descubrieron que debajo del Templo de Kukulkán en Chichén Itzá hay un cenote.
“La pirámide es muy posible que esté asentada sobre un cenote. Todo esto es la roca caliza rodeando al cuerpo de agua. Y tiene varias salidas: tiene una salida hacia el oeste, hacia el noroeste, que es obvio”.
Para lograr este hallazgo, los científicos colocaron 96 electrodos alrededor de la pirámide, con lo que obtuvieron 8 650 puntos de observación, lo que les permitió una buena resolución lateral, aunque no de la parte superior.
“La pregunta es si es tan grande. Realmente no es tan grande. Estamos todavía afinando el modelo. Creemos que no tiene más allá de los 30 metros en su parte más grande y en su parte más corta unos 20 o 25 metros”.
Antes del templo de Kukulkán, también conocido como El Castillo, ya se habían hecho estudios en la pirámide de El Osario, en donde se había encontrado un túnel. Ahora, el próximo reto de los investigadores, para el que ya cuentan con el aval del Consejo de Arqueología del INAH, es averiguar si hay una conexión subterránea entre ambos recintos.