· Advierte que es muy pobre el crecimiento de las unidades económicas y la generación de empleo en la Ciudad de México
· El Gobierno federal no ha acertado en establecer su política económica. Ha incrementado el déficit presupuestal, subido los impuestos a las empresas y ha hecho crecer la deuda externa
· Para crecer, la COPARMEX-DF propone incrementar los salarios, poner en marcha agresivos programas de apoyo al sector exportador y a las empresas nacionales que puedan producir bienes y servicios que actualmente importamos, entre otras medidas.
El sector empresarial de la Ciudad de México aguarda con impaciencia la presentación de los datos del Censo Económico que nos entrega el INEGI cada cinco años y que dan a conocer las características de los establecimientos productores de bienes, comercializadores de mercancías y prestadores de servicios a nivel nacional con gran nivel de detalle sectorial.
Dijo lo anterior José Luis Beato González, presidente de la COPARMEX- Ciudad de México, quien explicó que “son datos que nos permiten conocer cómo se va desarrollando nuestra economía, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades y por dónde podemos hacer que la economía se desarrolle en los siguientes años. Con los datos que nos ofrece nos ponen a todos a pensar qué estamos haciendo bien y que puede ser que estemos haciendo mal. Felicito el gran trabajo realizado por INEGI y diferentes entidades del Gobierno”.
El líder de los empresarios organizados hace un concienzudo estudio sobre el particular, y menciona que “los empresarios constantemente decimos que es necesario evaluar para mejorar y que siempre son los datos duros, los que no admiten discusión, los que nos dicen si estamos mejorando o vamos para atrás”.
Y abunda: “En los censos del 2014, que nos están presentando y hablo de los datos nacionales, vemos datos que no nos acaban de satisfacer, entre ellos el pobre crecimiento que ha tenido el número de unidades económicas y la generación de empleo en el último quinquenio, sobre todo comparado con el inmediatamente anterior.
“Desde 2004 hasta 2009 el número de unidades empresariales creció a un promedio del 3.7% anual y la generación de empleo en un 3.6% anual, mientras que desde 2009 hasta 2014 solo conseguimos crecer al 1.9% en creación de empresas y al 1.3% en personal ocupado. Totalmente insuficiente para dar empleo a los jóvenes que se incorporan año con año al mercado laboral.
“Sobra decir que los datos referentes al Distrito Federal están fuertemente referenciados a los nacionales.
“Es cierto que los últimos años han sido los de la crisis global, la gran crisis que inició en 2008, de la que ya parece haber salido Estados Unidos pero en la cual aún se halla inmersa Europa, una crisis de alcance mundial que motivó la reducción de los índices de crecimiento y creación de empleo de todo el planeta a porcentajes muy alarmantes.
“Crisis sin precedente importada de otras latitudes. Crisis que por cierto hoy nos sigue amenazando, con una caída no prevista de la economía China, una crisis en la zona Euro causada por Grecia y otros factores como la subida que se prevé de las tasas de interés en Estados Unidos y los bajos precios de las materias primas, entre ellas el del petróleo.
“Sin embargo la economía mexicana puede crecer sin tener que depender para ello de lo que pase más allá de nuestras fronteras. Así lo hicieron algunas economías en los peores años de la crisis del 2009, como China e India que crecieron por encima del 8% en ese difícil año.
“La economía mexicana y la economía de la Ciudad de México tienen de donde crecer, sin depender para ello de lo que pase más allá de nuestras fronteras. No hay una receta, pero si una diversidad de acciones en las que debemos trabajar.
“Una de ellas es el incremento de los salarios más bajos, que incentivaría el consumo interno. Otra es la puesta en marcha de agresivos programas de apoyo al sector exportador y a las empresas nacionales que puedan producir bienes y servicios que actualmente importamos”, refirió.
Y hay más, aseveró: “El Gobierno Federal no ha sido acertado a la hora de establecer la política económica. Ha incrementado el déficit presupuestal. Aún después de subir los impuestos a las empresas en más de 28% ha hecho crecer la deuda externa desde el 36.8% al término del 2013 hasta el 43.7% al 30 de junio de este 2015. Un 7% ha crecido nuestra deuda en 18 meses. (Datos del Banco de México). Deuda que algún día habrá que pagar.
“En cuanto a los recortes presupuestales que se hicieron en el pasado semestre se dirigieron fundamentalmente a los sectores de inversión, sobre todo en PEMEX y CFE, con la cancelación de obras como el tren a Querétaro. Se comenta que habrá recortes de hasta el 5% a los recursos que se invierten en el campo mexicano para el próximo año. Nosotros opinamos que no es en la inversión donde hay que hacer recortes, sino en el gasto corriente.
“Para poder crecer económicamente debemos incrementar nuestro sentido de la austeridad, ahorrar en todos aquellos gastos innecesarios y optimizar los programas no productivos para, en primer lugar acabar con el déficit que de seguir así, amenazará la salud económica de nuestras futuras generaciones, y por otro re-direccionar el gasto a las áreas que más empleo generen.
“Tenemos también un gran reto que supone pasar gran parte de la economía informal a la formalidad. Vemos esfuerzos por parte del gobierno federal y también por parte del gobierno de la ciudad de México, esfuerzos que hay que redoblar. Sabemos que la informalidad no se puede eliminar en el corto plazo pero tenemos que reducirla paulatinamente.
_”Para ello es indispensable contar con datos duros de los establecimientos informales establecidos. Hace años que venimos pidiendo al gobierno que realice un censo de informales. Un censo que complemente a este que hoy nos presenta el INEGI para tener una imagen más completa del sector económico privado de la ciudad de México.
“Sabemos que este censo va tomando forma y esperemos tenerlo pronto como herramienta de toma de decisiones. Ya sabemos que son más de cien mil establecimientos en el comercio informal y que trabajan en ellos cerca de 700,000 personas en la Ciudad de México.
“Hemos constatado que a la mayoría de los informales les gustaría poder ser establecidos, pero no saben cómo y le tienen miedo a la aventura de la formalización.
“La informalidad no se queda en el comercio que vemos en las calles. Está también dentro de las empresas y hasta dentro de nuestras casas. Las empleadas del servicio doméstico o los jardineros o el fontanero que nos ayudan en nuestros domicilios son parte de esta población que carece de los derechos que tiene cualquier trabajador asegurado. Reducir la informalidad beneficia a todos, empezando por el propio trabajador no asegurado que es el que más ventajas obtiene con su formalización”, precisó.
En relación al empleo, mencionó también en el censo que “hoy se nos presenta vemos que el 94.8% de las empresas tienen menos de 10 trabajadores, es decir, son micros. Ya lo hemos comentado en diversas ocasiones en el pasado.
“Una empresa automotriz que invierte mil millones de dólares genera 1000 empleos, una cementera que invierte 300 millones de dólares genera 300 empleos. Las grandes empresas, entre ellas las extranjeras que depositan su confianza en México, deben aportar un millón de dólares por cada empleo que generan.
“En las pequeñas pymes nacionales el costo para generar un empleo es en muchos casos de menos de 10,000 dólares, es decir cien veces menor que el que requiere la gran empresa. Por tanto cuidemos nuestras pymes, que son las que generarán el empleo que tanto necesitamos.
“Un punto importante es que no podemos seguir tratando a las pymes como si fueran grandes empresas. No lo aguantan. Hoy el tratamiento fiscal es casi el mismo para todo tamaño de empresas, el timbrado de facturas, subir la contabilidad a la red, la presentación de innumerables declaraciones informativas, los cálculos del pago de impuestos….
“El costo para las pymes de tratar de llevar adelante una contabilidad “aceptable” es enorme, sobre todo considerando que buena parte de ellas tienen en la banqueta a la competencia del informal que no cumple con ninguno de los requisitos comentados.
“En fin y en resumen, creo firmemente que debemos de profundizar en el diálogo social, en el diálogo entre todas las partes que pueden verse afectadas por cualquier decisión que se tome, y creo firmemente que debemos de sumar a todos los sectores para jalar del carro en el mismo sentido, en el sentido de llevarnos a México a ser una economía desarrollada donde no haya espacios para la pobreza extrema.
“Desde el sector empresarial reiteramos nuestro compromiso ineludible de siempre acatar la ley que nos imponga el gobierno, asumiendo nuestra obligación de decir lo que creemos que debe hacerse para mejorar social y económicamente y siempre con la responsabilidad de que con nuestra aportación crítica y propositiva y con nuestros actos debemos buscar sumar a la construcción del México próspero que todos queremos”, puntualizó el dirigente empresarial.