Los poetas se dieron vuelo y viajaron otra vez, la primera ruta venía de Nueva York a la ciudad de México; Roberto Mendoza Ayala arribó al aeropuerto, se dirigió a Tlalnepantla para afinar detalles y después encontrarse con María Ángeles Juárez, Perla Schwartz y el cronista en la bifurcación de Reforma y periférico.
A las cuatro pm, el bólido cargado de poetas y poesía arremetía por la carretera libre a Toluca, todo eran cánticos, lucubraciones, bromas y noticias de última hora. Para el mes de noviembre está programada la presentación de la antología bilingüe DE NEZA YORK A NUEVA YORK en una sala del Palacio de Bellas Artes, antes en Octubre algunos de los integrantes participaran en la Feria del Libro de Chapingo; LA GAZZETTA DF continuará con la publicación digital en la sección El Libro y ya está por grabarse un programa más de la serie TV-digital.
Al calor de la plática y la poética amistad los kilómetros pasaban como riachuelo claro y heraclitiano, una escala para comprar víveres y algunas bebidas refrescantes dispuso que los poetas estiraran las piernas y el presupuesto. La zona arbolada de La Marquesa y el Valle del Conejo inundo la vista y los pulmones, unos minutos más y frente a los viajeros-escribanos se desplegaría el poblado de Lerma, después los puentes y la desviación hacia Metepec.
Llegar al centro de este municipio, recorrer sus callejuelas y visitar el Foro ubicado en el Centro cultural y de artesanías, guiados por Dionicio Munguía, fue un primer asomo a lo que sería un atardecer afable, alimentado por la literatura y la refrescante brisa pueblerina. Nos ubicamos en un restaurante cerca del lugar del evento y delectamos viandas, confites y bebidas.
En el camino nos encontramos a Felix Cardoso, el vate se sumó a la comitiva y todos listos para emprender la ruta de rutas. En el foro, instalados en cómodos sillones blancos Dionicio inició con la introducción y presentaciones acostumbradas.
Roberto Mendoza Ayala abrió el fuego amigo: “DE NEZA YORK A NUEVA YORK es un intento por abrir un megáfono para la poesía de veinticinco escritores de la Ciudad de México y la Ciudad de Nueva York. Veinticinco rutas plenas de intuición y de hallazgos literarios genuinos. Hacer honor a aquellos que nos precedieron en esta clase de vocación cultural, inspirados por la cercanía geográfica de nuestros países y por nuestras cada vez mejor conectadas ciudades.”
A la voz la poeta María Ángeles Juárez, agradeció la participación y el gran interés de los poetas neoyorkinos, los empeños Mendoza Ayala y también se refirió a los trece mexicanos participantes y lo necesario que es retomar las líneas de comunicación literaria entre los dos países. En estos ámbitos procedió a leer uno de los poemas de su autoría:
DOLCE VENENO
Fui a tu encuentro
traspasando la mañana entre un halo
de bruma y sol naciente,
deshabitada de lutos
arrojé a sus poderíos de hielo y fuego
dolientes voces de febrero.
Allí estabas:
dolce veneno en tus ojos
bebedizo transfigurado en sonidos de agua clara,
sueltos de luz, en mundos crescendos,
a mitad de los sueños, equipaje abordo, pronto a
navegar desvaríos en las fiestas corpóreas de la sangre
con la apetencia de renovados carnavales.
Y cierta de tu amor, me aventuré a la gloria
de saber en tu voz, la forma de nombrarte a solas
de el haber en mis labios, raras antífonas de amor
cuando nos vemos.
Perla Schwartz fue convocada para leer la poesía de Aura María Vidales:
II
¿Por qué detiene el fulgor en mi centro
e ilumina las oscuras sordinas del ser?
Aquí escuchando la noche crepitar
fragmento melódico, arrebatado,
que mueve el alma hasta el levante.
Espíritu límpido, diáfano, de horas
Antes ausentes, y hoy repletas de usted.
¿Qué sosiego llama a gritar quietamente
su estar, su vida, su nombre ahora?
Para continuar Félix Cardoso, poeta radicado en los rumbos mexiquenses, le dio vuelo a la lírica erótica:
PENUMBRA
Sin luz en tus ojos;
Juega
En la noche mi piel,
vuélvete
Mutante en la alcoba,
incendia
la cama con pétalos de orquídea.
Susurra en las veredas
donde no soporto
caminar en silencio;
arrastra
mis cenizas por tus labios,
condúceme
al centro de tu piel;
y que el viento aúlle
con nuestros gemidos.
Metepec y un poco de memoria literaria se nos quedan en el tintero (ahora sería en el ordenador), en una próxima entrega se publicarán los poemas de Roberto Mendoza Ayala y de Víctor M. Navarro, que fueron leídos en esta sesión; personajes ellos que en el camino de regreso hablaron hasta por los codos, se hicieron de palabras en el mejor sentido de la palabra, se la ingeniaron para ser ingeniosos; mientras las poetas de Donceles fraguaban poemas, y se dejaban llevar por el maravilloso mundo de la remembranza.
Perla hace años dictó cátedra en este paraíso conurbado, Angelitos en estos tiempo lo hace en su natal Michoacán, el bólido también de regreso fue una máquina del tiempo.