La procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, inició la una «cacería humana» para localizar y detener a los ex agentes de la policía Ricardo Arturo Sainz Bravo y Moisés Chávez Orea, debido a que cuentan con órdenes de aprehensión por los delitos de extorsión, robo con violencia y abuso de autoridad.
Los Policías Ministeriales Ricardo Arturo Sainz Bravo y Moisés Chávez Orea en Octubre del 2011, volvieron a cometer actividades delictivas en el local de autopartes. Por las constantes extorsiones, fueron denunciados ante el Ministerio Público de mesa de responsabilidades. Por esta denuncia fue girada la Orden de aprehensión con número 87/2011, por los delitos de Extorsión Agravada y Robo con Violencia cometido por un Servidor Público y Abuso de Autoridad. Aun con la orden de aprehensión estos elementos de la policía ministerial Ricardo Arturo Sainz Bravo y Moisés Chávez Orea seguían laborando en la procuraduría porque eran protegidos por sus mandos.
Por la presión ejercida por los denunciantes de que estos elementos fueran detenidos, estos se dieron a la fuga y hasta el momento no han sido detenidos.
Los policías ministeriales tienen la Orden de aprehensión con número 87/2011 girada por el Juzgado Penal de Primera Instancia del Distrito Judicial de Zumpango, Estado de México, por los delitos de Extorsión Agravada y Robo con Violencia cometido por un Servidor Público.
Las investigaciones señalan que el coordinador de Aprehensiones Juan Carlos Castro Durán es concuño de Ricardo Arturo Sainz Bravo y quien a su vez les informa de cualquier situación de peligro para su captura.
La procuraduría lleva 4 años sin poder cumplimentar la orden de aprehensión. Castro Duran fue dado de baja por la PGJDF porque le salió una orden de aprehensión por los delitos de extorsión y, pese a ello, fue dado de alta en la procuraduría mexiquense, en tanto que Moisés Chávez Orea se refugió en la Policía Federal.
Fuente: Notired-México