Santiago de Chile, 28 ago (PL) La protesta de camioneros ayer en Chile dejó sensaciones encontradas, con una actitud del Gobierno que pretende usar la oposición e inconformidad por todas las partes, de acuerdo con observadores locales.
En esencia, camioneros de la sureña región chilena de La Araucanía pedían reunirse con la administración de Michelle Bachelet en el Palacio de La Moneda, pero se dieron trabas en la autopista y la situación se tensó mucho más.
Los partidos derechistas no cejaron hoy en sus esfuerzos por desprestigiar al Gobierno ante una actitud supuestamente dubitativa, al tiempo que se solidarizaban con los transportistas.
Finalmente, tras un bloqueo de la carretera que conecta a Valparaíso con Santiago, el ministro del Interior, Jorge Burgos, autorizó a los vehículos a acercarse a la sede principal del Gobierno y así recibir un documento con sus demandas.
Los reclamos apuntan a mayor seguridad en las carreteras y el fin de la impunidad, asuntos relacionados con el conflicto mapuche que se vive desde hace tiempo en La Araucanía.
«Creo que los países democráticos están sometidos permanentemente a dificultades y tensiones, unas veces por legítimas demandas y otras por conflictos con actores», comentó hoy la mandataria Bachelet.
La jefa de Estado precisó que se debe hacer frente a esta situación con decisión y con diálogo, «buscando las mejores soluciones siempre en un marco de respeto irrestricto a la ley».
El presidente de la Confederación Nacional de Transportistas de Chile (CNTC), Sergio Pérez, lideró a la delegación de camioneros que se reunió anoche con Burgos.
Luego comentó que se impuso el diálogo y señaló de todas formas falta de seguridad hacia el convoy a su paso por el frontis de La Moneda.
La cuestión se suscitó en razón de que líderes mapuches y sus aliados deploraron la actuación de los camioneros, quienes califican de delincuentes a los representantes de los pueblos originarios en sus luchas por recuperar las tierras.
Sensaciones encontradas sobre protesta de camioneros en Chile
