Festival de jazz en Rusia entró en erupción por Volcán latino

Por Martha Sánchez Martínez

Feodosia, Rusia, 30 ago (PL) El pianista y compositor cubano Gonzalo Rubalcaba y su grupo Volcán pusieron hoy a bailar al público del festival Koktebel Jazz Party con marcados acentos cubanos y latinos.
Hasta ese momento, el auditorio de más de 500 personas había permanecido tranquilo pero Volcán entró en erupción con elementos del son, la timba, la contradanza, el danzón y los ritmos africanos enraizados en América desde la colonización.
Nadie pudo aferrarse al asiento, los bailadores se dieron gusto y otros simplemente corrían hacia adelante a gritar bravo y pedir más.
Tras cinco horas de espectáculo a Volcán le tocaba cerrar esta jornada del festival Koktebel Jazz Party y lejos de querer terminar el público clamaba por seguir, el grupo tuvo que salir a tocar otra vez, volver a saludar, prolongar las improvisaciones y ya por último el baterista obsequió sus baquetas al auditorio.
Además de Rubalcaba, virtuoso premiado con dos Grammy Latino y director de Volcán, integran el conjunto los cubanos Horacio «El Negro» Hernández en la batería; Armando Gola en la guitarra y el percusionista puertorriqueño Giovanni Hidalgo.
Cada uno de ellos cosechó aplausos individuales por la agilidad y el ingenio de las improvisaciones, casi una hora de actuación del conjunto no le bastó a un conglomerado eufórico de amantes del jazz.
Una conclusión parece obvia ante tal reacción del público: el jazz latino definitivamente gusta en esta parte del mundo.
Múltiples gritos de bravo cerraron la segunda jornada de conciertos que comenzó en la tarde del sábado y concluyó en la primera hora de este domingo, otra vez bajo la luna llena, fuegos artificiales y rodeado de gente dispuesta a apreciar el evento como fuera, incluso desde pequeños barcos.
Cantantes como Artur Best, Georgi Melikashvili y Olga Oleinokova acompañados por la agrupación británica Red Square Band regalaron baladas famosas en los cinco continentes, entre ellas, la canción brasileña Mañana de Carnaval, compuesta en 1959 para la película Orfeo negro, de Marcel Camus.
Varias alusiones al swing y el blues deleitaron a los más románticos, pero la sorpresa de la velada fue el saxofonista italiano Stefano Di Battista, quien alardeó de su talento con un paseo por la playa de Koktebel mientras tocaba música.
Este carismático artista bajó del escenario a la platea y después de recorrerla llegó a la arena, saludó a personas, mostró su saxofón a niños, mujeres y hombres, algunos de los cuales besaron el instrumento.
Di Battista realizó un homenaje a una serie de mujeres que marcaron la historia y la literatura del siglo XX como Molly, el personaje femenino ficticio que protagoniza el Ulises de James Joyce.
También, interpretó un tema dedicado a la diseñadora de moda francesa Coco Chanel y otro a la cosmonauta rusa Valentina Tereshkova, primera mujer de la historia en viajar al espacio.
Las composiciones forman parte de su disco Tierra de mujeres (2011) que tantos éxitos ha conquistado en festivales de todo el planeta, el Koktebel ya se cuenta entre ellos.

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