Washington, 2 sep (PL) La Agencia Central de Inteligencia (CIA) junto a las fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos mantienen hoy un programa secreto para eliminar a sospechosos de terrorismo en Siria mediante asesinatos selectivos con el uso de aviones teledirigidos (drones).
La campaña clandestina forma parte de una operación separada del programa de bombardeos que Washington y sus aliados de la Organizacion del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mantienen desde hace un año contra el denominado Estado Islámico (EI), reveló el diario The Washington Post.
Entre las víctimas de estas incursiones se encuentra un militante de origen británico, quien se presume fue el arquitecto de un grupo terrorista que utiliza las redes sociales para incitar ataques en Estados Unidos, dijeron funcionarios citados por el medio.
Explicaron además que el programa está dirigido a los sospechosos de terrorismo considerados «objetivos de alto valor».
Uno de los objetivos fue Junaid Hussain, importante experto en computación del EI, muerto en un ataque selectivo realizado la semana pasada.
El Pentágono confirmó con anterioridad que el ataque aéreo estuvo dirigido de manera específica contra Hussain, un pirata cibernético británico de 21 años de edad en el baluarte del EI de Raqqa, Siria.
Funcionarios que pidieron el anonimato señalaron al Post que los ataques fueron lanzados exclusivamente por el Comando Conjunto de Operaciones Especiales y que la CIA fue responsable de identificar y localizar a los principales líderes del EI.
Según el rotativo, el trabajo conjunto de la CIA y de las Fuerzas de Operaciones Especiales evidencia la creciente frustración respecto a los ataques militares unilaterales que Washington y sus aliados lanzan sobre territorio sirio desde hace un año, sin la anuencia del Gobierno de Damasco.
La oleada de incursiones aéreas no han podido frenar el avance de la entidad fundamentalista que pretende instaurar un califato en regiones de la nación levantina y la vecina Iraq.
El Pentágono es reiterado blanco de críticas a nivel mundial por los frecuente bombardeos de drones contra objetivos en Somalia, Afganistán, Iraq, Libia, Yemen y Pakistán, un nuevo tipo de ejecución sumaria de sus enemigos que como daño colateral deja una estela de muertes civiles, incluidos mujeres y niños.
El uso de aviones no tripulados está en el centro de un debate en Washington, donde los congresistas han exigido explicaciones sobre la legalidad o no de emplear estos medios para ejecutar extrajudicialmente incluso a ciudadanos de Estados Unidos.
En febrero de 2013, el Departamento de Justicia publicó el denominado «Libro Blanco», donde se proporciona un análisis general sobre la eventual constitucionalidad de los asesinatos selectivos con aviones teledirigidos.
La administración del presidente Barack Obama reconoció por primera vez en mayo de 2013 haber matado a cuatro de sus ciudadanos durante incursiones con aviones no tripulados en Yemen y Pakistán.
En una carta a líderes del Congreso, el secretario de Justicia Eric Holder incluyó una larga justificación del asesinato selectivo del gobierno demócrata contra el clérigo Anwar al Awlaki, un ciudadano estadounidense-yemenita acusado de vínculos con la red terrorista Al Qaeda.