El experimentado jurista, diplomático y político Alejandro Maldonado Aguirre juró hoy como nuevo presidente de Guatemala para completar el periodo de gobierno 2012-2016, tras la renuncia de Otto Pérez Molina.
El extitular de la Corte de Constitucionalidad fue nombrado por el Congreso de la República para sustituir a Pérez Molina, quien renunció esta madrugada para enfrentar a la justicia acusado de corrupción.
El presidente del Congreso (unicameral con 158 diputados), Luis Rabbé, tomó el juramento de Maldonado Aguirre como presidente de Guatemala en sesión especial del Legislativo.
Luego de un receso, se reanudó la sesión plenaria y a las 14:30 horas locales (20:30 GMT), ante la junta directiva del Congreso, prestó juramento y se convirtió en jefe de Estado de la nación.
Como establece la Constitución, a falta del mandatario de la República debe asumir el vicepresidente, a quien le da posesión el Congreso. En este caso, Maldonado Aguirre asumió para finalizar el presente periodo de gobierno, que concluirá el 14 de enero próximo.
El nuevo mandatario del país centroamericano juró ejercer con patriotismo el cargo, gobernar en beneficio de la población y velar por que se cumplan las leyes, con respeto a la democracia e independencia de poderes.
“En nombre del pueblo del Guatemala aquí representado, le doy posesión del cargo de presidente para finalizar el presente periodo (2012-2016)”, enfatizó el presidente del Congreso, al darle posesión del cargo a Maldonado Aguirre.
Una vez que se le impusieron las insignias de la primera magistratura, Maldonado Aguirre firmó el “Libro de Oro” del Congreso de la República y se colocó la banda presidencial.
Con la banda presidencial al pecho subió a la máxima tribuna del Congreso y, ante el pleno parlamentario, dio su primer discurso como mandatario de la nación.
“Pueblo de Guatemala, la renuncia del cargo de presidente de la República”, aceptada por el Congreso, dio lugar a que, como marca la ley, asuma esta responsabilidad, indicó el nuevo mandatario.
“Esa renuncia del presidente (Pérez Molina) ha sido una decisión personal muy difícil, que él valoró en su dimensión de separar la dignidad del cargo, de la responsabilidad individual”, puntualizó.
Asimismo, el nuevo mandatario llamó a la unidad de los guatemaltecos y a evitar la violencia y los enfrentamientos entre hermanos. “La violencia no es un derecho”, sostuvo.
Se refirió también, en forma breve, a la precaria situación económica, política y social del gobierno y se comprometió a enmendar el rumbo del país, en beneficio de la mayoría de la población, en los pocos meses que restan a la administración.
Cerró su primer mensaje presidencial a la nación con una cita del célebre escritor francés Stendhal: “Adiós amigo, intenta no ocupar tu vida en odio y tener miedo”.
El nuevo presidente había reemplazado antes a la vicepresidenta Roxana Baldetti, quien renunció el 8 de mayo pasado tras una investigación de una estructura de corrupción en la autoridad recaudadora de impuestos.
Baldetti, quien enfrenta el proceso en prisión, y Pérez Molina, son señalados de encabezar al grupo criminal denominado “La Línea”, que desde el gobierno cometía contrabando y defraudación tributaria, con un daño al erario público estimado en unos 20 millones de dólares, según medios de comunicación locales.