Nicolás Guillén: Poeta de la esperanza

Por Ernesto Montero Acuña

La Habana (PL) Nicolás Guillén obtuvo con su obra creadora y con su actuar político la condición popular de Poeta Nacional de Cuba, respaldada en 1981 por el otorgamiento de la muy alta condecoración que lleva el nombre de Orden José Martí.
La recibía por primera vez un intelectual cubano y le fue impuesta el 7 de septiembre de 1981 por Fidel Castro en una ceremonia celebrada en el Palacio de la Revolución, acto que contó con la asistencia de los delegados al Encuentro de Intelectuales por la Soberanía de los Pueblos de Nuestra América.
Esta distinción se confiere a ciudadanos cubanos o extranjeros y a jefes de Estado o Gobierno por grandes hazañas en favor de la paz y la humanidad y por valiosos y extraordinarios aportes en la educación, la cultura, las ciencias, el deporte y por méritos destacados en el trabajo creador.
A su otorgamiento se unió en el mismo año la Orden Félix Varela, de primer grado, y en 1983 el Premio Nacional de Literatura, todo esto conferido a un cubano por primera vez, lo que el poeta solía calificar como honores otorgados a su pueblo, que consideraba origen y destino de su obra literaria y periodística.
La Orden José Martí, diseñada por el ya fallecido escultor José Delarra, se instituyó el 2 de diciembre de 1972 y fue reformada en 1979, cuando se prescindió del calificativo de «Nacional» en su nombre; y la preceden los títulos de Héroe de la República y de Héroe del Trabajo.
Nicolás Guillén (Camagüey, 1902-La Habana, 1989) fue un crítico agudo, en su obra y en su vida, contra la condición con la que inició Cuba la etapa republicana bajo la Enmienda Platt y acerca de las condiciones que sufrió su pueblo durante casi seis décadas, sobre todo los habitantes de la raza negra y los trabajadores de cualquier condición.
Tal conducta lo hizo acreedor de varias decenas de condecoraciones otorgadas por instituciones culturales, educacionales, políticas y estaduales en numerosos países de casi todos los continentes, donde también se efectuaron copiosas ediciones de sus obras.
Entre aquellas distinciones se encuentran los doctorados Honoris Causa por las universidades de La Habana, Cuba, en 1975; West Indies, Jamaica, 1975; Burdeos, Francia, 1978; Guayaquil, Ecuador, 1984; De Colombia y Mayor de San Marcos, Lima, Perú, ambas en 1984.
Mereció el prestigioso Premio Viareggio Versigli Internazionale 1972, en Italia; la Orden Cirilo y Metodio de primer grado, en Bulgaria, 1972; la Medalla de Oro Musgrave, en Kingston, Jamaica, 1975; el Premio Internacional Hrísto Botev, en Bulgaria, 1975; y el Título de Maestro Emérito de la Universidad de Tabasco y el Diploma al Mérito Humano del Instituto de Bellas Artes, de México, en 1978.
Fue reconocido con el Premio Nacional de Poesía Ricardo Miró, del Instituto Nacional de Cultura de Panamá (1978); el Premio Mundial de Poesía Asan, de la Asan Memorial Association, en Kerala, India (1983); la Orden Caro y Cuervo, de Colombia (1984); y la condición de Miembro de la Academia de Artes y Letras de Berlín, en Alemania.
Entre las numerosas ediciones de sus obras resultan muy significativas las que se produjeron en el año 1955 en francés y en ruso, esta última con la mayor tirada conocida hasta hoy en el mundo -150 mil ejemplares- y realizada a solo unos meses de haber recibido la más importante condecoración internacional de la URSS, el Premio Lenin de la Paz.
El 5 de enero de aquel año, el poeta viajó de Moscú a París, donde permaneció algún tiempo y participó en un acto en su honor, en la Maison Pensée, con motivo de la presentación de la edición bilingüe, hecha por Seghers, de Chansons cubaines at autres poÿmes (Canciones cubanas y otros poemas), cuyo discurso estuvo a cargo del destacado intelectual francés Louis Aragon.
Como primeras y más importantes ediciones de obras suyas en otros idiomas sobresale la realizada por el poeta negro estadounidense Langston Hughes y por Ben Carruthers, bajo el título de Cuba Libre, en Los Ángeles, California, 1948, lengua en la cual también existen otras traducciones de indudable valor.
Pueden referirse ÂíPatria o Muerte! The Great Zoo and Other Poems (ÂíPatria o Muerte! El Gran Zoo y otros poemas), Man Making Words (Las palabras que hacen al hombre), Select Poems (hecha en Cuba con motivo del Carifesta 1972), Tengo (I Have) y The Great Zoo (El Gran Zoo).
Existen también destacables ediciones en portugúes, como Antología poética (Río de Janeiro, 1961), O Grande Zoo (sin otras precisiones) y Lagarto Verde (Río de Janeiro, 1992), además de una tirada en Portugal de su libro de poemas infantiles bajo el título de Sapito y Sapón.
Se han publicado varias ediciones en alemán, bielorruso, búlgaro, checo, croata, chino, eslovaco, flamenco, gallego, georgiano, griego, hebreo, holandés, húngaro, italiano, japonés, kirguiz, lituano, moldavo, polaco, rumano, sueco, turco, ucraniano y vietnamita, entre otros idiomas.
Si bien no resulta muy conocido el Guillén traductor, se cuenta con poemas trasladados por él del francés al español, especialmente diez del griego Yannis Ritsos, uno del libro Poemes Eskimos, titulado Primavera; y otro de Richard Ballet, la Muerte del mono, todos aparecidos en La rueda dentada, que se publicó en 1972.
La poesía de Guillén suele identificarse como plena expresión de las más legítimas y revolucionarias aspiraciones populares en su período histórico, por lo que continúa recibiendo comentarios elogiosos y estudios de destacadas personalidades de las letras actuales.
Considerado continuador como poeta, en cuanto a dimensión en las letras cubanas, de José María Heredia y José Martí, también sufrió largos períodos de exilio y persecución política, debido a su capacidad para interpretar plenamente el espíritu de lucha de los seres humanos y por su esperanza de conquistar una sociedad mejor para todos.

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