Bruselas, 8 sep (PL) La tensión crece hoy en el llamado Viejo Continente ante el agravamiento de la crisis migratoria y la falta de consenso entre los miembros de la Unión Europea (UE), quienes continúan, sin éxito, la búsqueda de una solución eficaz.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, criticó la ausencia de una respuesta colectiva ante esa problemática y abogó por el establecimiento de políticas comunes para enfrentar lo que consideró un gran desafío.
El socialdemócrata alemán reiteró su llamado a la solidaridad con quienes huyen de la guerra, la miseria y el hambre, y pidió evitar la repetición de los horrores cometidos por los nazis.
Hablamos de cifras y cuotas, pero no podemos olvidar que se trata de personas, de vidas humanas, alertó.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker, solicitó a Alemania, Francia y España el recibimiento de 71 mil 305 indocumentados, de un total de 120 mil a repartir entre integrantes de la UE.
Durante una intervención ante la Eurocámara, el ex primer ministro luxemburgués consideró que Berlín debe ocuparse de 31 mil 443 casos de solicitud de asilo (26,7 por ciento del total), Francia de 24 mil 331 (20 por ciento) y España de 14 mil 931 (12,4).
El presidente francés, François Hollande, afirmó que su nación cumplirá con su parte y propuso la realización de una reunión internacional sobre el tema.
Por su parte, el gobierno de Mariano Rajoy adelantó la disposición a admitir la cantidad aprobada luego de reticencias iniciales que enfrentaron la crítica social y la presión de la UE.
En tanto, Alemania anunció que incrementará los fondos destinados a la acogida de refugiados y reportó la continua llegada de miles de migrantes tras la apertura durante el fin de semana de un corredor ferroviario entre Budapest y Berlín.
Para mañana está previsto que Juncker proponga otras medidas para enfrentar la situación actual, durante su discurso sobre el Estado de la Unión.
Sin embargo las propuestas comunitarias no son bien recibidas por todos los miembros del bloque.
Países como el Reino Unido, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia, por ejemplo, se oponen a aceptar un sistema de cuotas obligatorias para la redistribución de indocumentados.
El primer ministro británico, David Cameron, comunicó que su nación acogerá 20 mil refugiados sirios durante los próximos cinco años, pero defendió su postura de tomar decisiones propias y su negativa a participar en las iniciativas del bloque.
Además, precisó que las personas beneficiadas por el plan de acogida británico procederán directamente de campos de refugiados en países fronterizos con Siria y no incluirán a los llegados al Viejo Continente por sus medios.
Europa continúa bajo presión por agravamiento de crisis migratoria
