BLAS A. BUENDÍA
Tal y como los había pronosticado, al entrar en funciones la VII Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en su primera sesión pública se mostró el músculo de la arrogancia entre las dos fuerzas políticas parlamentarias que tienen mayoría relativa, que es el Partido Movimiento de Renovación Nacional (MORENA) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Y no hay más… de tal palo, tal astilla, reza el refrán.
La tribuna del recinto de Donceles, a comparación del ilustre pasado que cada estrella parlamentaria usaba la entonces el máximo estrado de la nación -doctorados en materia de oratoria-, no tiene nada que ver con la clasificación baratita de los nuevos integrantes de este suertudo conglomerado.
Pero quién sabe qué fue lo que pasó en las reuniones preliminares para la conformación de la Comisión de Gobierno, que para empezar, el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, le cedió a regañadientes la presidencia de dicho grupo de trabajo, a pesar de no tener la primera mayoría, a grado tal que pareciera ser que fue complaciente para entregarle esta fuente de poder al PRD.
De acuerdo con el comunicado emitido por la Comisión de Gobierno, este órgano legislativo, será presidido por el diputado Leonel Luna Estrada del Partido de la Revolución Democrática. El legislador Jorge Romero Herrera, del Partido Acción Nacional, fungirá como secretario del mismo.
Igualmente, del Grupo Parlamentario MORENA, lo integrarán tres diputados: César Arnulfo Cravioto Romero (coordinador), Paulo César Martínez López y Aleida Alavez Ruiz, quienes se pronunciaron en contra de dicha resolución, más aun ésta última que fue la principal diputada que traicionó los “ideales” del PRD para irse a refugiar a los brazos del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.
Del resto de los grupos parlamentarios ni se diga, serán del montón, pero de ese montón que podrá hacer coaliciones para sacar avante las iniciativas de ley que beneficiarán democráticamente a la gobernabilidad de la capital del país, ya que en últimas fechas se ha observado que grupúsculos de poder hacen y deshacen a más no poder, la paz de la capital del país que es solo un supuesto.
Lo cierto es que al inicio de esta VII ALDF se vio ese músculo power de los grupos parlamentarios antagonistas entre MORENA y PRD -hermanitos del mismo dolor-, pero no revueltos. Existen definiciones pero conflicto de intereses encontrados que no necesitan conciliación alguna porque todo se definirá a través de los intercambios de favores económicos y financieros, llámese acciones de chantaje que aflorará la corrupción parlamentaria.
Las peleas que al devenir de esta nueva Asamblea, traerá consigo la afectación de sus peleas “callejeras”, es decir, se convertirán en una contienda entre “perros y gatos”. En pocas palabras, por las pugnas, el recinto de Donceles no operará como se podría tener programado.
A cinco días de haber asumido plenamente sus funciones, los 66 diputados locales, en la primera sesión plenaria, solo gastaron saliva y realizaron rounds de sombra porque nada tuvo validez oficial.
Los diputados de las diferentes fuerzas políticas representadas en la ALDF subieron a tribuna a proponer puntos de acuerdo, el más importante para solicitarle al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, facilite la consulta ciudadana sobre el Corredor Cultural Chapultepec, pero sin ninguna validez, toda vez que pasaron a comisiones, o lo que es lo mismo, ala congeladora.
La razón es que solo opera normalmente la Mesa Directiva, encabezada por Javier López Velarde, pero aun no hay comisión alguna conformada en ninguna área de la ALDF.
Es decir, la pugna interna que escenifican perredistas y morenistas, ha parsimonioso la conformación de las 37 comisiones, más las especiales. La manzana de la discordia, dicen algunos despachos de prensa, seguirá siendo la Comisión de Gobierno exigida por MORENA, pero los perredistas se niegan a soltar el poder que vienen disfrutando desde 1997.
Las pugnas de poder entre bancadas mayoristas mantendrán a la ALDF en un órgano improductivo, transformándose asimismo en un oneroso “elefante blanco” ya que tendrá a su disposición, cuando menos de dos mil millones de pesos como presupuesto
Es probable que para el Ejercicio Fiscal de 2016, los mismos diputados locales se autoricen un mayor porcentaje para enriquecer los bolsillos que quienes se dicen ser “representantes populares” tomando en consideración que la política es un negocio redondo.