Lukashenko llamó a cesar intromisión de Occidente en países soberanos

Naciones Unidas, 27 sep (PL) El presidente belaruso, Alexander Lukashenko, llamó hoy desde la ONU a cesar las intromisiones de Occidente en los asuntos internos de los Estados, al evocar las consecuencias de tales actuaciones en Libia y Siria.
Recordó Lukashenko durante la intervención en la cumbre de Naciones Unidas para el desarrollo sostenible que escenarios violentos comenzaron en Túnez y terminaron en Libia, tras el derrocamiento y asesinato del presidente libio Muamar El Gadafi.
El mandatario exhortó a recordar asimismo los hechos desencadenados (por Occidente) bajo el pretexto de la supuesta existencia de armas químicas en Iraq y preguntó dónde están esas armas y la democratización de ese país árabe.
Advirtió que los culpables en lugar de admitirlo y poner fin de nuevo continúan con el mismo escenario en los intentos de derrocar al presidente legítimo de Siria, Bashar Al Assad, y desestabilizar a la nación árabe, que se desangra en un conflicto armado desde marzo de 2011.
Según Lukashenko, Belarús concede especial significado a evitar los conflictos armados y las amenazas a la vida de las personas.
El desarrollo sostenible de cualquier país no puede ser posible sin la paz y la seguridad, subrayó el mandatario tras rememorar las dos cruentas guerras mundiales que involucraron al territorio belaruso.
Al perder en la guerra contra el fascismo un tercio de la población Belarús «revivió de las cenizas y protege sagradamente la paz y la concordia en la sociedad», afirmó el estadista.
Dijo que el Gobierno que encabeza se esfuerza por garantizar el bienestar de su pueblo y un desarrollo sustentable del Estado y sus instituciones.
Se refirió asimismo al cumplimiento por parte de su país -desde la existencia como Estado independiente a inicios de la década de 1990- de los objetivos del Milenio y las prioridades de lucha contra la pobreza, el analfabetismo, la igualdad de género y la estabilidad político y social interna.
Lukashenko abordó la crisis migratoria en Europa y llamó a cesar el baño de sangre, el cual se extenderá a todo el mundo civilizado, previno.
Esos acontecimientos, unido a los conflictos armados y los actos terroristas han fragmentado y polarizado al mundo en este tercer milenio, como nunca antes, añadió.
A renglón seguido manifestó cómo se acrecientan las amenazas globales y no hallamos respuestas adecuadas, mientras persiste el desbalance de fuerzas desde los tiempos de la desintegración de la Unión Soviética. Se trata de una crisis sistémica. No hay paz ni estabilidad, acentuó Lukashenko al observar que unos Estados solo buscan su progreso y solución de problemas a expensas de otros.
La política de hegemonía y el egoísmo nacional conducen a un amplio uso de las presiones, sanciones, restricciones y acciones militares, y como consecuencia perdemos -dijo- la confianza mutua.
Abogó el presidente belaruso por continuar el proceso de establecimiento de un mundo multipolar y por el respeto a la diversidad cultural y el derecho de los pueblos a elegir su camino de desarrollo.