Damasco, 4 oct (PL) El ladrón no puede ser el policía, afirmó hoy el presidente sirio, Bashar al-Assad, refiriéndose a la incapacidad de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que asegura combatir al terrorismo en el Medio Oriente.
En declaraciones ofrecidas al canal de televisión iraní Khabar, el mandatario comentó que esta coalición internacional bajo la tutela de Washington no logra resultados contra las bandas extremistas armadas, sencillamente porque los países que apoyan al terrorismo no pueden combatirlo.
Al-Assad respondió preguntas de la prensa iraní, relacionadas con el marcado interés de algunas potencias occidentales en su salida en el poder, a la que asocian con la crisis en este país del Levante.
«Si yo fuera un pretexto para el terrorismo en Siria, ¿cuál es el pretexto para el terrorismo en Yemen. No estoy en Yemen. ¿Quién es el pretexto para el terrorismo en Libia? ¿Quién es el pretexto para el terrorismo en Irak?».
Explicó que el grupo fundamentalista Estado Islámico (EI) no se originó en Siria, y que su aparición se produjo en Iraq, en 2006, mientras los estadounidenses gestionaban los asuntos de seguridad en el país vecino.
El mandatario dijo que los cambios que se producen a nivel internacional sobre la situación en Siria, aunque no son confiables, fueron debido a que el terrorismo se volvió en su contra, y a las oleadas de inmigrantes que llegan a sus países, procedentes de diferentes países de Medio Oriente.
«Occidente quiere cambiar al gobierno sirio para crear pequeños estados débiles, a fin de garantizar la seguridad de Israel», enfatizó Al-Assad.
También advirtió del peligro de una expansión del terrorismo que ahora sufre la región, que está ganando en conciencia sobre el peligro de la sedición sectaria…
«Con el tiempo y con la continuación de la incitación sectaria se crearía una brecha entre los diferentes componentes de la sociedad y surgirá una nueva generación educada en ideas equivocadas, esto será un peligro muy grave», advirtió.
A una pregunta sobre las causas de esta crisis iniciada en 2011, el gobernante reconoció que el Estado asume una parte de la responsabilidad, pero insistió que se ha trabajado para realizar reformas políticas y sociales a todos los niveles.
Pero el factor principal detrás de la crisis siria -agregó- es la injerencia extranjera en los asuntos internos del país.
Aseguró, además, que el pueblo sirio será el único que decida sobre el futuro y no ningún actor exterior y reiteró el compromiso con la erradicación del terrorismo y de mantener un diálogo entre todos los involucrados hasta poner fin a la crisis.
Puso especial énfasis a la iniciativa de su homólogo ruso, Vladmir Putin, que concluyó con una alianza entre Rusia, Siria, Iraq e Irán.
«Tenemos históricas relaciones con la exUnión Soviética, y más tarde con Rusia, por más de seis décadas. Nunca (los rusos) han tratado de imponernos nada a lo largo de la historia de estas relaciones, especialmente durante la crisis», comentó Al-Assad.
Recalcó que la alianza entre Siria, Irán y el movimiento libanés Hizbolah contribuyó a reforzar la independencia de los países de la región, porque «este eje de resistencia logrará vencer el terrorismo que es una nueva herramienta para subyugar a la región».
El presidente sirio lamentó que la crisis continuará, mientras hayan países que apoyen y financien al terrorismo.
No estamos luchando solamente contra los grupos terroristas dentro de Siria -dijo-, sino también contra grupos terroristas que proceden de todas partes del mundo con el apoyo de los más ricos y los más poderosos países.
Presidente sirio reafirma disposición de combatir al terrorismo
