Obama pide disculpas por ataque contra hospital civil en Afganistán

Washington, 7 oct (PL) El presidente estadounidense, Barack Obama, conversó hoy con la presidenta de Médicos Sin Fronteras (MSF), Joanne Liu, y se disculpó por el bombardeo contra un hospital de esa entidad en Afganistán que costó la vida a 22 personas.
De acuerdo con el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, el gobernante se comprometió a efectuar una pesquisa integral y transparente al respecto.
Earnest dijo además que Obama llamó también a su par afgano, Ashraf Ghani, para expresar las condolencias por el ataque.
Liu denunció este miércoles que desconfía de los organismos militares locales para efectuar una investigación de lo ocurrido el sábado en la instalación médica ubicada en Kunduz, en el noreste de la nación asiática.
La presidenta de MSF citó la posibilidad de utilizar un dispositivo previsto por las Convenciones de Ginebra que establece reglas sobre el derecho humanitario en las guerras.
«No fue un ataque a nuestro hospital, sino a las Convenciones de Ginebra. Es intolerable», agregó.
El jefe de la misión de la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, general John Campbell, admitió que resultó un error el bombardeo contra la instalación de MSF en Kunduz.
Hasta ahora se abrieron tres investigaciones -estadounidense, afgana y de la alianza noratlántica-, para esclarecer la razón de tal ataque.
En ninguna de las cuales confiamos, reiteró la presidenta de MSF.
La acción en Kunduz aviva ahora la controversia sobre si las fuerzas afganas están preparadas para encarar por sus propios medios la seguridad del país.
Fuentes citadas por el diario digital The Hill señalan que Obama debe decidir si retrocede en poner fin a la guerra más larga en la historia de Estados Unidos o mantener las fuerzas militares sobre el escenario bélico.
La Casa Blanca enfrenta presiones de los republicanos y algunos demócratas en el Congreso para mantener las tropas en Afganistán más allá de su fecha límite de retirada en 2016 con la justificación de evitar que ese país se convierta en refugio para los grupos terroristas.
En 2016, el Presidente debe reducir el número de cerca de 10 mil uniformados a unos mil, principalmente para proteger intereses norteamericanos, sobre todo su embajada en Kabul.
Según Campbell, la Casa Blanca debe tener otras opciones que no sea la retirada.