No pudiendo cambiar los hombres,
se cambian sin tregua las instituciones
Jean Lucien Arréat
Con la renovación del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) comienza a dibujarse la estrategia de su dirigente, Manlio Fabio Beltrones Rivera, en un intento por mantener –por lo menos- nueve de las doce gubernaturas que estarán en juego en 2016, a partir de un control total de la instancia que dirige. Sigue ahora la designación de delegados del partido en las entidades federativas.
La renovación –por lo menos directiva- del tricolor, es una tarea que Beltrones Rivera parece haberse tomado en serio, a partir de controlar el organismo con sus allegados, y dando espacios secundarios a grupos diferentes, pero para ganar las elecciones deberá renovar a los delegados del partido en las entidades con elecciones, con personajes de probada efectividad en las tareas de operatividad y coordinación partidista, ya que hasta ahora dichos espacios han sido utilizados para dar cabida a políticos de mala fama, en un intento de “lavar” su imagen y con ello mejorar también la de los gobiernos priístas.
Ejemplos hay muchos: El ex mandatario de Colima, Fernando Moreno Peña, delegado en Guanajuato –y que este lunes sufriera un atentado en donde recibió seis balazos-; el ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, que realizaba las tareas delegacionales en Puebla; y en esa misma entidad estuvo antes el ex gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros; y hasta Ulises Ruiz Ortiz, que está como delegado en Quintana Roo, en donde por cierto, ha generado más divisiones que sinergias de trabajo, y enfrentamientos entre los grupos partidistas que amenazan con tener serias rupturas en 2016.
Además de estos está el ex mandatario de Puebla, Melquiades Morales Flores, como delegado en San Luis Potosí; y de no muy buen recuerdo se señala también al actual senador priísta y ex gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, que estuvo en Nuevo León, hasta que lo sustituyeron por Enrique Jackson Ramírez, pero ya fue demasiado tarde, pues se perdieron las elecciones de 2015, ganando Jaime “El Bronco” Rodríguez Calderón.
Para evitar repetir la mala experiencia de Nuevo León, y con los “focos rojos” en entidades como Puebla, Veracruz y Oaxaca, en los siguientes días las delegaciones en los estados se renovarían, para que dejen de ser espacios de “turismo político” y se conviertan en coordinaciones de trabajo del CEN del PRI con las entidades, respetando las dinámicas locales, pero dejando en claro que el tricolor gobierna como antaño a nivel federal, y las decisiones mayores provienen –también como antes- del “centro.”
Así, faltará pues conocer a los personajes que se envíen a las entidades para conocer la importancia que “el centro” brinda a las elecciones en cada una de ellas, pues Quintana Roo padece aun a enviados que llegaron como delegados y se quedaron a radicar en estas tierras, baste recordar al sonorense Armando Liogon Beltrán y a Israel Hernández Radilla, este último que ya hasta aspira a ser diputado por el actual tercer distrito quintanarroense, a pesar de que su desempeño bien pudiera ser intercambiado en el programa que localmente coordina; es decir “Basura por Alimentos.” Veremos pues.
Y DE PROBLEMAS LOCALES…
Antes de que concluya el mes de octubre deberán ser designados los consejeros que integrarán los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs) de Chihuahua, Coahuila, Nayarit, Puebla y Quintana Roo; y en este mismo año fueron ya designados los de Aguascalientes, Baja California, Durango, Hidalgo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala y Veracruz; pero en las entrevistas realizadas por los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) ha quedado de manifiesto la preocupación de los aspirantes con respecto a la independencia que pueden tener con respecto a los gobiernos de las entidades en que se desempeñarán, pues aunque la reforma 2014 que otorgó al instituto nacional la facultad de su nombramiento, no se modificó la dependencia presupuestal de dichas instancias, pues los recursos para las elecciones locales seguirán siendo aportadas por los gobiernos estatales, a través de los Congresos locales… y “el que paga, manda”, reza el refrán popular.
En doce de esas trece entidades se renovarán las gubernaturas, será pues una tarea complicada lograr la independencia que, se supone, se buscaba lograr con la reforma nacional. Así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.