La música es una forma de resistir los abusos del mundo: Salif Keita

Por Huemanzin Rodríguez

(N22) Salif Keita es uno de los músico más importantes de África, es un sobreviviente por la música y para la música: ha luchado contra el prejuicio que los albinos pueden tener en algunas partes del continente; ha luchado contra su linaje real que no le permite ser artista, y ha luchado contra el extremismo musulmán que ha ido ganando fuerza en Mali que prohíbe la interpretación musical. Salif, reconocido en el mundo responde con concilio y arte. El albino de Mali, la voz de oro de África, ha vuelto a México con un espectáculo musical electro acústico.

«A mí me gusta mucho buscar culturas que puedan ser complementarias. De hecho la cultura es el resultado de las mezclas, eso me parece divertido y bello. La cultura del futuro será resultado de todas estas mezclas. Los músicos tenemos el deber de reunir a las personas en este tipo de mezclas», dijo Salif.

Para Keita, la música es una forma de resistir los abusos y las desgracias en el mundo, dice que es la herramienta más eficaz.

«Porque yo creo que la música es un asunto de corazón. El arte tiene que ver más con el corazón que con otra cosa. Los pintores, los escritores, los músicos están mucho más cerca del corazón que es el que lleva el oxígeno. Es por eso que es un trabajo muy noble».

Un sentido de vida muy noble pero exento de responsabilidades, todo lo contrario, el compromiso dice Keita, es descubrir en otros horizontes sonoros y trabajar con otros músicos.

«Cuando subo al escenario, soy otro Salif. El Salif que está dentro de la música y el que sobre todo, quiere darle a la gente felicidad y alegría».

También Salif Keita asume que la música es también una terapia y medicina.

«Afortunadamente, la música y las mezclas son una esperanza para el mundo del futuro. Estoy convencido de que la cultura y la música son muy importantes en la construcción de la paz en el mundo».

Salif Keita dijo al llegar a México: Vengo a hacerlos bailar, eso tenemos en común África y América Latina, nos gusta la melodía y el ritmo, y vengo a hacerlos bailar. Y así fue, tanto en su concierto en la Alhóndiga de Granaditas como en su concierto dos noches después en el Teatro de la Ciudad de la Ciudad de México.

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