(Agencias) Al menos 43 personas fallecieron este viernes en un choque entre un autobús y un camión en el sur de Francia, informó un vocero del gobierno local.
“Era un autobús que llevaba a personas ancianas”, dijo Mael Gohaud, un vocero de la Prefectura de Gironde. “Tenemos reporte de cinco heridos y tres personas que están sanas y salvas”.
En un comunicado, el Presidente de Francia Francois Hollande catalogó al accidente como “una gran tragedia”.
El mandatario dijo que los familiares de las víctimas pueden estar seguros que tendrán “la solidaridad de toda la nación”.
Este ha sido calificado como el peor accidente carretero de Francia desde 1982.
Las víctimas son de nacionalidad francesa, según ha confirmado el portavoz del Ministerio del Interior.
Además, cuatro personas han quedado en estado de salud grave, dos de ellas con traumatismos encefálicos y otras dos con quemaduras. Asimismo, hay ocho sobrevivientes, entre ellos el conductor del autobús.
Los bomberos han encontrado el cuerpo sin vida de un niño dentro de la cabina del camión. Según los datos aportados por la policía, el menor era el hijo del conductor del vehículo que falleció en el lugar.
El autobús llevaba a bordo 49 personas de la tercera edad que iban a hacer una excursión en la Gironde, a una hora de Burdeos. El vehículo salió esta madrugada de la localidad de Petit Palais y se incendió poco después de la colisión.
El gobierno de Francia informó que el primer ministro, el Ministerio del Interior y el secretario de Estado se dirigían al lugar de los hechos.
La colisión se produjo en la vía de alta velocidad D17 en Puisseguin, cerca de Burdeos, en el sur de Francia.
Las circunstancias del accidente aún se desconocen.
Escenas de horror, heroísmo y suerte comenzaron a emerger este viernes.
Un testigo del accidente relató que la escena parecía una zona de guerra.
El alcalde de Puisseguin Xavier Sublett le dijo a la radio y televisión francesa que el conductor sobrevivió al impacto del autobús y salvó vidas.
“El hombre abrió la puerta del vehículo para que las personas pudieran escapar, dijo el alcalde.
Ocho personas “escaparon de las llamas”, según las primeras versiones.
El accidente se registró a las 7:30 hora local de este viernes, la colisión ha sido de frente en un camino estrecho.
La mayoría de las víctimas en el accidente estaban dentro del autobús.
El chófer del autobús narró a la policía los hechos minutos después del impacto.”He visto el camión. Me he dado cuenta de que su conductor había perdido el control. Lo he intentado esquivar, pero no he podido. Tras el impacto he abierto las puertas para que la gente pudiera salir, pero el autobús se ha incendiado”.
Según algunos testigos, gracias a la intervención del conductor, que arriesgó su vida, hay sobrevivientes.
“El camión estaba atravesado en mitad de la carretera, el chófer del bus ha visto venir el accidente, pero no ha podido evitarlo”, ha explicado Xavier Sublett, alcalde de Puisseguin, la localidad en la que se registró la colisión.
“Tan solo ha tenido tiempo de abrir las puertas para permitir que salieran algunas personas y poder escapar él mismo”.
Todos los testigos aseguran que sin la actitud heroica del conductor del autobús, sin su rapidez de reflejos y su reacción, la cantidad de fallecidos habría sido todavía mayor.
La rapidez con la que se ha producido el incendio ha sido una de los factores decisivos para que se haya producido un número tanto alto de fallecidos.
El depósito de gasolina del autobús estaba lleno, puesto que la excursión acababa de comenzar. Las personas, en su mayoría de la tercera edad, no tuvieron tiempo de salir para salvarse.
Una de las primeras personas en llegar al lugar del accidente ha sido el doctor Philippe Flipot, quien ejerce su profesión en la misma localidad del accidente.
Este médico ha explicado que “el conductor del autobús ha conseguido abrir las puertas de los pasajeros poniendo su vida en peligro puesto que las llamas le han alcanzado y hemos tenido que curarle allí mismo”.
El conductor de la camioneta que chocó con el vehículo también murió.
François Decauze, jefe del Club Walking, al que pertenecían la mayoría de las víctimas, dijo que su esposa normalmente hubiera hecho el recorrido. Pero se quedó con su madre, que tuvo una operación de cataratas, y no se subió al autobús.
“Mi esposa es un milagro”, le dijo Decauze a los medios.