Madrid, 27 oct (PL) El Boletín Oficial del Estado publicó hoy el Real Decreto de disolución del Congreso de los Diputados y del Senado y de convocatoria de elecciones generales para el próximo 20 de diciembre en España.
De tal modo, la campaña electoral comenzará oficialmente el 4 de diciembre y concluirá el 18 de ese mismo mes y las nuevas cámaras se instarán el 13 de enero, según precisiones del decreto.
En los comicios que se prevén particularmente complicados y con gran dispersión de votos se elegirán 350 diputados del Congreso de Diputados (cámara baja) y 208 escaños del Senado, pues otros 56 senadores son de designación regional.
A los partidos se les otorga hasta el día 6 de noviembre para presentar posibles coaliciones electorales, y las candidaturas finales deben entregarse entre el 11 y el 16 de ese mes, si bien ya las formaciones políticas tienen avanzadas sus selecciones.
Encuestas y sondeos indican que los partidos Popular (PP), Socialista Obrero Español (PSOE), Ciudadanos y Podemos, se repartirán el voto sin posibilidad para ninguno de ellos de obtener la mayoría absoluta parlamentaria que les garantice gobernar.
La situación, de confirmarse, dará un cambio significativo al tablero político español, dominado los últimos decenios por gobiernos de mayoría absoluta del PP o el PSOE, de forma alternativa.
De cumplirse las previsiones, España entrará en un período de coaliciones, alianzas y acuerdos coyunturales, con alcances e integrantes difíciles de pronosticar, pues los líderes políticos advierten que su posición dependerá de la distribución de votos.
Algo que parece claro es que el gobernante PP no podrá repetir la mayoría absoluta parlamentaria lograda en 2011, afectado por la pobre percepción entre amplios sectores de su manejo de la crisis, la política de recortes y escándalos de corrupción.
Su tradicional opositor, el PSOE tampoco llegará a las urnas con garantías de obtener mayoría absoluta, responsabilizado también por la crisis e igualmente dañado por casos de corrupción.
Los partidos emergentes Ciudadanos (desde la derecha) y Podemos (centro-izquierda) tampoco se ven como ganadores, pero sin dudas deberán jugar un papel importante en los acuerdos postelectorales.
Izquierda Unida (IU), tercer partido parlamentario actual, sufre un fuerte bajón en los sondeos, dañado por el éxodo de votantes hacia el emergente Podemos y apuesta por una coalición denominada Unidad Popular.
De confirmarse este proyecto, que además incluye a otros partidos de esa tendencia y movimientos sociales, pudiera conformarse un quinto bloque de alcance imprevisible, que añadiría más complejidad a los inciertos comicios del próximo 20 de diciembre.