La bioética es fundamental para priorizar y enfrentar los desafíos demográficos y epidemiológicos a nivel mundial, subrayó la secretaria de Salud, Mercedes Juan López.
Al entregar el Premio Dr. Manuel Velasco Suárez a la Excelencia Bioética, enfatizó que esa disciplina ha sido una importante herramienta para la toma de decisiones en el sector salud, donde los recursos son siempre insuficientes.
La funcionaria destacó que la justicia y la equidad en la distribución de los recursos sanitarios que propone en su estudio la investigadora Róderic Molins Mota, galardonada este año, es de suma importancia para los países de América Latina y el Caribe.
Comentó que con el Seguro Popular, México tuvo que tomar decisiones basadas en ética de la salud, para lo cual se requirió de la asesoría del experto internacional en la materia Norman Daniels, en quien se inspiró el trabajo ganador.
Mercedes Juan subrayó que es complicado definir la cobertura de los programas de salud y siempre se tiene que dar prioridad a lo que es más importante, siendo en esa parte donde entra la bioética.
Se debió priorizar en el caso de qué enfermedades tendrían que estar cubiertas por el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, en lo que se refiere a la parte epidemiológica de más importancia, en equipamiento y en materia de recursos.
“Pero en la otra parte, en la que el doctor Daniels nos dio una amplia experiencia, fue precisamente en la ética y la aceptabilidad social”, indicó la funcionaria federal.
Puso a consideración de la galardonada la experiencia mexicana con el Seguro Popular, y confió en que el trabajo que se realiza sobre justicia y equidad en la distribución de los recursos de salud en Puerto Rico será útil para toda América Latina y El Caribe.
Al respecto Molins Mota, colaboradora del Instituto de Bioética de la Universidad de Puerto Rico, expresó que ante la grave crisis financiera de dicho país es necesario revisar la política de salud y enfatizó que “no puede haber justicia ni salud si no hay justicia política y económica”.
Entre los logros de Manuel Velasco Suárez, pionero de la bioética en México y quien da nombre a este premio, está la institucionalización de esa disciplina, que consiste en proveer los principios para la conducta correcta respecto a la vida tanto humana como animal y vegetal en la investigación y las intervenciones de salud.