(Cimacnoticias) Del total de matrimonios que ocurren en México, uno de cada cinco corresponde a una niña, por lo que con esta “práctica nociva” –permitida en 26 estados del país– podría estarse cubriendo violencia o abuso sexual, se obstaculiza un proyecto de vida, y se perpetúa la pobreza que enfrentan la mayoría de estas menores de edad.
Especialistas en Derechos Humanos (DH) y protección de los derechos de la infancia señalaron que el matrimonio y uniones tempranas de niñas constituyen una violación a las garantías humanitarias, tiene sus raíces en la discriminación de género, y deriva en muchas consecuencias dañinas para la vida, desarrollo y salud de las mujeres.
Como parte de la campaña ÚNETE de Naciones Unidas para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, este 2015 la campaña de los 16 días de activismo contra la violencia de género (que inicia el próximo 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y termina el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos) está dedicada a la prohibición del matrimonio infantil.
En conferencia de prensa hoy se presentó la iniciativa “De la A (Aguascalientes) a la Z (Zacatecas), México sin unión temprana y matrimonio de niñas en la ley y en la práctica”, que llama a la armonización legislativa para establecer como edad mínima para el matrimonio los 18 años de edad.
Ana Güezmes García, representante de ONU-Mujeres en México, y Alisson Sutton, oficial de Protección a la Infancia del Fondo de Población de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), coincidieron en que además de la armonización legislativa se tiene que garantizar y promover la permanencia en la escuela de las niñas, y facilitar su acceso a la atención integral de la sexualidad.
Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), señaló que es necesario asumir que el matrimonio temprano “es un tema de poder machista” y forma parte de la discriminación e invisibilización de los problemas de la infancia en el país.
“Seguimos pensando que los temas de violencia sexual y discriminación es con mujeres adultas, cuando basta ver que 50 por ciento de los casos de feminicidio es contra mujeres adolescentes, y una gran proporción de las desapariciones también corresponde a jóvenes”, sentenció.
La campaña llama a la sociedad a movilizarse en una serie de acciones y a compartir información en redes sociales con las etiquetas #NiñasNoEsposas y #16Días.
DATOS DE LA VIOLENCIA
A nivel mundial, según cifras de la ONU, 700 millones de mujeres se casaron antes de cumplir los 18 años; de ellas, 250 millones lo hicieron antes de tener los 15. Actualmente 22 millones de jóvenes menores de 18 años son “niñas esposas”, siendo Asia el continente que tiene la mayor población de mujeres jóvenes casadas.
En América Latina y el Caribe viven el 9 por ciento de estas niñas cuyo futuro se verá gravemente afectado. De acuerdo con Naciones Unidas, el matrimonio y la unión temprana son “prácticas nocivas”.
En México, según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, al menos una de cada cinco mujeres entra en unión conyugal antes de cumplir los 18 años.
Actualmente habitan el país 6.8 millones de mujeres entre 15 y 54 años que se unieron conyugalmente antes de los 18 años, lo que equivale a un poco más de la población total del estado de Puebla.
Al menos desde 1987, UNICEF ha advertido a México sobre la necesidad de detener los matrimonios tempranos, pero en estas tres décadas la tendencia en el número de niñas que se casan no ha variado mucho.
Es decir, en las mujeres que actualmente tienen entre 50 y 54 años de edad, 25.3 por ciento se unió antes de los 18 años; y en el grupo de quienes actualmente tienen entre 20 y 24 años, 21.4 por ciento lo hizo antes de la mayoría de edad.
UNICEF advierte que el matrimonio precoz puede tener consecuencias severas para las niñas, como por ejemplo el abandono de la educación, con lo que se obstaculiza el desarrollo de un proyecto de vida.
LEYES INADECUADAS
La Secretaría de Educación Pública (SEP) advierte que el 11.8 por ciento de las adolescentes que abandonan sus estudios lo hacen a consecuencia de un embarazo, mientras que el 8 por ciento los interrumpen debido al matrimonio.
Entre las consecuencias de las uniones precoces se encuentran los embarazos tempranos, la mortalidad y morbilidad maternas, y el incremento en el riesgo de contagio de una infección de transmisión sexual (ITS).
De las mil 19 muertes maternas registradas en 2013 –el año más reciente con cifras oficiales disponibles–, seis decesos fueron de niñas entre 10 y 14 años, y 141 en menores de 15 a 19 años, es decir casi 15 por ciento de los decesos por complicaciones en el embarazo, parto y puerperio ocurridos ese año.
Al llamado de UNICEF se sumaron ONU-Mujeres y la Redim, que coinciden en que la permisividad del matrimonio temprano en las legislaciones contribuye a que más niñas sean sometidas a esta práctica.
Y es que a nivel nacional, el Código Civil Federal establece que se puede contraer matrimonio a los 14 años, y sólo seis de 32 legislaciones civiles locales establecen como edad mínima para el matrimonio los 18 años.
Aunque 17 entidades también establecen la mayoría de edad como requisito para contraer matrimonio, en la legislación se establecen “dispensas”, es decir excepciones por las cuales las niñas pueden establecer una relación conyugal.
Otro de los retos en materia legislativa lo representa el ámbito penal, pues no todos los estados sancionan de manera adecuada la violación sexual y el estupro. Por ejemplo en Sonora, Durango y Campeche el matrimonio con la víctima equivale al “perdón” por el delito de estupro, es decir, el agresor no recibe ninguna sanción penal.