El Senado exhortó a la Secretaría de Salud a mejorar la promoción de los programas de planificación familiar y anticoncepción, ya que persisten rezagos importantes en el uso de métodos anticonceptivos.
Los legisladores consideraron que se debe revisar el “Programa de Acción Específico de Planificación Familiar y Anticoncepción 2013-2018”.
Refirieron que los rezagos se mantienen en especial en el grupo poblacional de adolescentes y jóvenes, así como entre aquellas personas que habitan en zonas marginadas, rurales o indígenas.
La fecundidad adolescente y las condiciones biológicas, sociales y económicas en las que se producen los nacimientos en esas edades suelen implicar alto riesgo, como complicaciones durante el embarazo e incluso la muerte para la madre como para el producto.
El dictamen señala que la proporción de mortalidad materna en las mujeres menores de 20 años es de 59.3 defunciones por cada cien mil nacidos vivos.
Por ello, la planificación familiar requiere de estrategias y acciones, así como la promoción y acceso a los métodos anticonceptivos adecuados para las mujeres y parejas.
Las principales causas de muerte materna son las defunciones obstétricas indirectas con 31.9 por ciento; las enfermedades hipertensivas del embarazo, edema y proteinuria, con 20.4 por ciento.
Asimismo, hemorragia del embarazo, parto y puerperio, con 19 por ciento; otras complicaciones principalmente del embarazo y parto, con 11.2 por ciento y las ocurridas a consecuencia de un aborto, 5.8 por ciento.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población, cada año en México cerca de un millón de embarazos corresponden a madres adolescentes, lo que equivale a 27.6 por ciento del total, debido a la práctica de relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos.
El porcentaje de la población de entre 12 y 19 años de edad que han iniciado una vida sexual activa alcanza 23 por ciento, con una proporción mayor en hombres de 25.5 por ciento, y en las mujeres de 20.5 por ciento.