Asunción, 27 nov (PL) La fiebre por las compras de cualquier producto se apoderó hoy de esta capital en el llamado Viernes Negro de ventas, el Black Friday tradicional estadounidense en su versión paraguaya.
Los consumidores que en el resto del año se mostraban cautos, tímidos, ahorradores, se volcaron esta vez hacia tiendas de múltiples ofertas en busca de las rebajas anunciadas hace días para esta jornada.
Es un «marketing» que atrae, aunque en verdad se trata de una trampa publicitaria cautivadora porque los supuestos descuentos de precios (desde 20 hasta 80 por ciento) no son tales en la realidad, pues el propietario nunca pierde.
Como dijo a Prensa Latina un modesto taxista, los comercios notifican con tiempo de anticipación las supuestas bajas de precios para este día, pero ¿qué hacen? uno o dos antes los elevan y todo queda igual, el engaño surte efecto.
Casi 500 empresas están adheridas al Black Friday que se realiza hoy en todo el país, 30 por ciento más al año precedente, según Natalia Ramírez, del Grupo Multimedios, organizador del evento, señala el diario ABC Color Color en su edición digital.
Y en una sola jornada esperan vender al menos 70 por ciento más que en una normal, agregó.
Aproximadamente la tercera parte de las tiendas conectadas, desde farmacias hasta las de electrodomésticos e incluso supermercados, se encuentran en esta urbe y el Gran Asunción, conglomerado de ciudades metropolitanas.
El denominado Microcentro, donde se agrupan los mejores establecimientos del Centro capitalino, era un hervidero desde horas tempranas de este Viernes Negro.
Personas que poco acudían a ellos en condiciones normales se apelotonaban dentro de los locales, averiguaban precios ya con rebajas y, al parecer, compraban bastante, aunque otras veces no les hacían falta los artículos y el gasto fuera más o menos el mismo.
Y qué decir del tráfico vehicular en esa zona, de por sí algo complicado siempre, donde decenas de agentes de la policía municipal se volcaron para tratar de contener el caos en las principales vías.
Los autos particulares, sobre todo, pugnaban por abrirse paso entre la madeja de ómnibus del transporte colectivo, otros de organismos públicos o camiones distribuidores de mercancías para abastecer el fin de semana, como habitualmente hacen.
A cada lado de las calles, la mayoría estrechas, los carros debían estacionar con poco espacio entre ellos para aprovechar lo establecido por las leyes y, sin embargo, los policías se daban gusto en la imposición de multas por transgresiones.
Pero nada, era el Black Friday tan promocionado y había que aprovechar las ofertas rebajadas, fueran o no verdaderas.
Y esto fue hoy, porque mañana otras tiendas de diverso tipo extenderán sus oportunidades, sea o no Friday (viernes) sino Saturday (sábado), para el caso lo mismo, el objetivo es agradar y atraer al consumidor.
Viernes Negro a lo paraguayo
Por Julio Fumero