México, 5 dic (PL) Al quetzal se le clasifica de manera tradicional en dos subespecies pero investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indican hoy que son dos especies de aves distintas que se separaron hace tres millones de años.
De forma habitual se catalogan en Pharomachrus (P.) mocinno mocinno, que habita en México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, y en P. mocinno costaricensis, que vive en Costa Rica y Panamá.
Sofía Solórzano, especialista de la División de Investigación y Posgrado de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, analizó las diferencias entre estas dos aves, entre ellas el tamaño de sus cuerpos y la longitud de sus alas.
También realizó exámenes moleculares de secuencias mitocondriales y encontró divergencias significativas en la morfología de ambas subespecies.
La académica propone separarlas en dos especies y actualizar la información ecológica, distribución geográfica y propuestas para su conservación.
Quetzal es una palabra de origen náhuatl -asociada con quetzalli, bella pluma brillante- con la que se nombra desde épocas prehispánicas al ave considerada la más bella de América, atractivo fatal que lleva a su tráfico, dijo la experta a medios locales de prensa.
Unido a ello la destrucción de su hábitat favorece la desaparición de casi el 70 por ciento de los sitios de anidación, precisó.
Es una especie rara, registra una de las poblaciones menos numerosas y es amenazada por depredadores como el tucaneta verde, ardillas y otros mamíferos nocturnos que atacan sus huevos o polluelos pequeños, así como por búhos, halcones y aguilillas que matan a los adultos, amplió.
Además, las personas cazan estas aves, ya sea por sus plumas o para venderlas como mascotas y ellas no sobreviven en cautiverio.
Está considerada una de las especies en peligro de extinción, mientras los países donde habita -México incluido- firmaron un acuerdo que regula el tráfico de las que están amenazadas, finalizó.