Elías Azar en el TSJDF “hasta donde la vida” se lo permita

¿Será posible tanto afecto por el poder? ¡Todo a su tiempo!

En medio de un torbellino político, legislativo y judicial, la declaración de Edgar Elías Azar de obcecarse en el poder como mandamás del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, cautivó una serie de complejidades dentro de todos los sectores de la sociedad, y más aún, en el Palacio de Impartición de Justicia.
“Seguiremos adelante hasta donde la vida y el Poder Judicial nos lo permita”, fue la estridente manifestación del político y jurista guerrerense, que a decir verdad, la interpretación deja muchas aristas.
En los corrillos políticos tanto de la Cámara de Diputados, Senado de la República, Asamblea Legislativa y, en sí, entre los líder de los partidos políticos adscritos al Instituto Nacional Electoral (INE), se advierte que Elías Azar se ha convertido en un “Porfirio Díaz moderno”, pero a todas luces –afirman- en un dictador de la justicia capitalina.
Los extraordinarios méritos jurídicos de quien fuera Secretario de Finanzas del desaparecido gobernador del estado de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, no le restan notabilidad, por el contrario, acusan que tiene secuestrado todo el aparato de justicia de la ciudad de México, y no habrá quien le pudiera impedir mantenerse como dirigente de ese sector autónomo de las instituciones republicanas.
El pasado 10 de diciembre, al término de su VIII Informe de Labores-2015, en cuyo marco celebró que la ciudad de México se convertirá en el Estado 32 de la Federación, Elías Azar  ofreció conferencia “banquetera” donde se le consultó: Magistrado, ocho años de labores ininterrumpidas, y sobre todo hoy hace usted un reconocimiento, que la ciudad ya, próximamente, tendrá una Constitución…
“Yo creo que de todos los eventos políticos que ha habido en la Ciudad de México, desde hace décadas, el día de hoy tenemos que festejarle al Jefe de Gobierno su empuje y su templanza para obtener lo que por muchos años estaba aspirando la Ciudad de México. Seremos casi, casi un estado, no lo podemos ser en todo el orden de la palabra por diferentes vertientes, pero lo que sí es, es que alcanzamos nuestra autonomía, tendremos nuestro Congreso Constituyente, podemos hacer nuestra Constitución, y hoy el Congreso de la Unión nos reconoce la mayoría de edad.
“¿Por qué razón no podemos ser un estado? Porque no tenemos municipios, ese es todo el tema, entre otras cosas, por no dividir el tema del uso del suelo; en fin, hay muchos factores por los que no podemos ser exactamente una entidad federativa; pero ya todo lo demás, salvo esas cuestiones administrativas, hoy tenemos que festejar el enorme triunfo de Miguel Mancera, y no debemos dejar nunca de reconocérselo, porque, en verdad, fue una gestión política muy tenaz, muy necia, y que yo nada más se la adjudicó a su juventud, y a su gestión y a su capacidad pues de conseguir cosas, ¿no? Es un día muy importante para la Ciudad de México”.
-Sobre el Constituyente que la Asamblea pues debería estar integrada, magistrado, en este…
-No, miren –respondió- la conformación de esa Asamblea Constituyente, yo creo que es una conformación magnífica, es decir, están las fuerzas populares por elección, está la presencia del gobierno federal; la presencia del gobierno de la Ciudad de México, la presencia del sector social, en fin, yo creo que es una conformación importante.
“Hacer una constitución, desde luego, va a resultar complicado, y más de una Constitución de una, lo voy a llamar de una entidad federativa como la nuestra, que, pues digo, confluyen tantos intereses, y más ahora que está tan politizada, ¿no? Pero no tengo duda que seremos capaces de generar nuestra constitución; digo, después de todo el trabajo que dio de muchas décadas de estar peleando este tema de la independencia de nuestro Distrito Federal, pues digo, no tener capacidad de gestión para hacerla sería una barbaridad. Yo estoy seguro que vamos a arribar a un buen documento jurídico.
“Ahora bien, el Tribunal Superior está de plácemes doble, ¿por qué razón? Porque como ciudadanos, todos, qué bueno que ya nos van a dar nuestra Constitución; pero para el Tribunal Superior es doble júbilo, porque para nuestras reformas ya no tendremos que pasarlas a través del Congreso de la Unión, tendremos que pasarlas por aquí, por la Asamblea Legislativa, ¿no?”
-Magistrado, ¿qué opinión le merece todos estos amparos que se han interpuesto contra la toma de posesión, contra la reelección en el cargo por tercera vez?
-Miren –aclaró- yo lo que tengo que decir es que gané limpiamente por 60 votos; que es un grupo de magistrados de… creo que son… no creo, son siete magistrados; de ésos, tres magistradas, digamos,  han presentado una batalla más intensa, y pues dejaremos que el Poder Judicial Federal resuelva lo que tenga a bien resolver. Al disenso yo le doy la bienvenida; lo dije en este momento en el Pleno: nada habrá que nos divida, y si el Poder Judicial decida lo que decida aquí se acatará íntegra y literalmente lo que decida el Poder Judicial Federal.
“Lo he dicho y lo vuelvo a repetir –subrayó-: la Suprema Corte de Justica nunca se equivoca, y las sentencias federales ni se discuten ni se regatean, se acata. En consecuencia, estoy seguro que las acataremos en el sentido que vengan”.
En este tenor, Elías Azar reconoció la serie de confusiones que se han presentado en torno a este tema: “Un día sale en un periódico que ya gané, otro día que ya perdí, otro día sale que… total que hay una desorientación terrible, ¿por qué razón? Se las explico: porque son diferentes amparos y cada uno tiene vertientes diferentes; entonces, cuando en uno sale algo bueno para uno, sale que ése ya ganó y que el otro ya perdió etcétera. Y entrar en los detalles de los amparos, les digo que habría que traer una hojita de papel para decirles dónde va este amparo y por dónde va el otro.
“En consecuencia, concluyo mi comentario: el disenso es bienvenido, el consenso generalizado nunca conduce a cosas buenas; qué bueno que hay gente que no está de acuerdo conmigo, para fortuna mía son los menos, y si aplicamos la numeralia lógica, pues propiamente son tres señoras magistrada que se oponen  a los otros 78 o 77 o 76; ¿si me expliqué?
“En consecuencia, ahí vamos y, vuelvo a repetir, el Poder Judicial Federal dirá lo que dirá, y lo que diga el Poder Judicial Federal se acatará sin regateos”, precisó.
-En la reunión que tuvo con algunos magistrados, ¿cuáles fueron los acuerdos a los que llegaron? Se habla de que cerraron filas…
-Miren –destacó- yo lo que hice fue invitarlos a que…  se llegará al fondo los amparos, pero, digo, caminar procesalmente, con  tranquilidad, con paz, pues que se resuelva, que se litigue como lo manda la educación  y las cortesía. Invitarlos al diálogo; el magistrado Carrera (José Guadalupe) actuó en una forma muy conciliadora; yo se lo agradezco públicamente; las señoras magistradas inconformes estuvieron presentes, platicamos de algunas cosas con las que no están de acuerdo con mi función y trataremos de corregirlas.
“Por eso les digo, el disenso es bueno, porque esto hará corregir el rumbo de algunas cosas que, a juicio de ellas no están bien, y en algunas de ellas tienen razón, en otras, a mi juicio, no tiene razón, pero en algunas de ellas sí tenían razón.
-Hubo una ausencia de cuatro magistrados…, se le planteó al notar el desconcierto con que se ha venido desempeñando esta serie de controversias jurídicas.
“Sí, uno de ellos fue Paty Orea, que está en este momento viendo el tema de su postulación como ministra de la Corte. Las otras dos… había una señora que de las… una de las señora que ha sido muy recalcitrante en su amparo (Petra Quesada) sí estuvo presente y me dio mucho gusto verla, y las otras dos son las que están con el litigio.
-¿Quiénes son ellas?
-Pero luego además en todos los plenos siempre se ausentan uno o dos por enfermedad o por imposibilidad, ¿no? Entonces, eso no nos debe espantar; qué les digo, en ocho años de presidente yo creo que he tenido uno o dos plenos en donde está el cien por ciento de los magistrados. Siempre, siempre, pues digo, siempre por alguna circunstancia están ausentes, ¿no?
-En ese sentido, señor presidente, ¿hubo legalidad en su elección?, preguntó este reportero.
-Absoluta y totalmente. Miren, el primer acuerdo que saqué del primer Pleno que fue en octubre, lo primero que hice fue preguntar: ¿soy elegible o no soy elegible?, y de esos sesenta y tantos magistrados votaron que sí era elegible. Si ellos en ese momento me hubieran dicho, nosotros, Pleno de magistrados, no te calificamos como elegible, en ese momento termina toda la carrera para mí, pues en ese momento tendríamos que elegir a otro. Pero de que hubo legalidad, hubo absoluta y total legalidad, los votos ustedes lo vieron cómo se hizo la votación: una urna transparente, el voto muy secreto; no se escribe nada más que una raya; no se sabe quién voto por quién. Es un voto auténtico.
-En lo personal, ¿cómo se siente usted, magistrado?, se le aquilató.
-Yo me siento bien; lamento mucho todo este conflicto judicial, yo la verdad es que no me hubiera gustado tenerlo, pero qué bueno que se planteó para entrar al fondo, y ver si legalmente pues soy un presidente legítimo o no lo soy, ¿no? Pero les vuelvo a repetir, pues que lo digan los sesenta votos, ¿no?
-¿Se va a resolver antes del uno de enero (2016)?
-En los tiempos de los colegiados y los jueces de Distrito, no lo sé. Pero la fecha no es 1 de enero, es 4 de enero, que es el primer día hábil; ¿si me explico? Bien…
Édgar Elías Azar aprovechó la oportunidad para agradecer las coberturas de prensa que le dan a nuestro tribunal, y decirles que, “de veras, hablen del Tribunal; cuando van a hablar mal, de veras hablen mal para señalarnos lo que estamos haciendo mal, pero siempre con la verdad”.
Créanme –afirmó- que las cosas cuando la prensa las dice, muchas cosas las descubre uno a través de la prensa. ¿Si me expliqué? Cosas están pasando que uno no se da cuenta. Por eso siempre tendré que agradecer la buena prensa, la que actúa de buena fe. Les agradezco mucho a todos, y en verdad les mando un abrazo, y con mucho afecto decirles que “seguiremos adelante hasta donde la vida y el Poder Judicial nos lo permita”, concluyó.
En el terreno legislativo se dudó que Elías Azar pudiera “aguantar” tres años más como presidente del TSJDF, sin embargo, conforme a que fue diagnosticado que si tiene cáncer de piel, o no…, son meras especulaciones. Al caballero se le ve entero y con una fortaleza físicamente increíble so pena a sus 70 años de cuya edad, la Ley Orgánica del TSJDF señala que ya es jubilable.
Pero otros advierten que Elías Azar ha sido un personaje mucho muy inteligente, que al terminar con la gestión sexenal con el actual Jefe de Gobierno del DF, podría alargar su mandato otros tres o hasta seis años más, si es que si su salud se lo permite, es decir, cubrir el periodo 2018-2024. ¿Será posible tanto afecto por el poder? ¡Todo a su tiempo!

Por Blas A. Buendía
blasalejo@yahoo.com

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