Moscú, 16 dic (PL) La excandidata presidencial Cynthia McKinney condenó aquí la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela y la política agresiva de conflicto global que llevan a cabo la elite y el sector militarista de su país.
En entrevista con Prensa Latina, la política estadounidense y pacifista afirmó que la norteña potencia representa la guerra contra el mundo, en la expansión del caos, los conflictos y el orden unipolar como elementos estratégicos de la doctrina de dominio global.
Lo vemos en Venezuela, un ejemplo palpable de la política injerencista y agresiva de Washington en América Latina, sostuvo la excongresista en los períodos de 1993-2003 y 2005-2007 por el partido Demócrata.
Dijo McKinney a esta agencia durante un encuentro con miembros del movimiento Antiglobalización de Rusia, que los lamentables resultados de las elecciones legislativas en la nación suramericana fueron consecuencia de la intromisión de su gobierno en los asuntos internos en ese país.
Estados Unidos -subrayó la activista de derechos humanos- sancionó a Venezuela para estrangular su economía y crear una situación social muy difícil para la vida de los ciudadanos, lo cual se reflejó en los comicios legislativos.
Consideró que la agresividad de Washington se recrudeció tras el fallecimiento del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, con el fin de destruir ese «legado importante y grande, no solo para Venezuela, sino para toda América Latina y el Caribe», y erosionar la continuidad del proceso por el presidente Nicolás Maduro.
A propósito de coincidir en Moscú con la visita del secretario norteamericano de Estado, John Kerry, y la posibilidad de un giro de la Casa Blanca hacia una auténtica lucha contra el terrorismo internacional, McKinney fue enfática al descartar cambios en la política exterior por quienes están en el poder y apoyan al sector militar-industrial por los jugosos dividendos de las guerras.
Mientras permanezcan republicanos y demócratas «corrompidos» en el Capitolio y no emergen otros candidatos alternativos no podrán esperarse cambios, aseveró la militante del partido Verde de Estados Unidos, desde 2007, y aspirante por esa agrupación en las presidenciales de 2008.
Negó algún indicio positivo de colaboración de Washington con Rusia en un frente unido antiterrorista por el mismo hecho de que elementos de la elite norteamericana tuvieron o tienen vínculo con organizaciones terroristas como Al Qaeda -el caso de George W.Bush- y el Estado Islámico, un engendro del senador John McCain, indicó.
El propio McCain declaró en octubre que la aviación rusa estaba bombardeando en Siria a «grupos financiados y entrenados por nuestra CIA».
Según la excongresista que guardó prisión por participar en 2009 en el grupo de activistas a bordo del navío Spirit of Humanity rumbo a la Franja de Gaza, en solidaridad con los palestinos, la creación de las mencionadas organizaciones terroristas se enmarca dentro de los intentos de Estados Unidos por mantener el orden unipolar en el mundo.
Ilustró a modo de prueba las afirmaciones recientes del general norteamericano Mark Milley de que «el Estado Islámico no era la amenaza sino Rusia». Tal formulación fue pronunciada también por Barack Obama cuando declaró a la nación euroasiática un peligro de primer orden.
Alertó en ese sentido la política estadounidense sobre el avance de fuerzas reaccionarias en América Latina y de los ataques de Estados Unidos -ocultos con otros métodos- en el intento de preservar el sistema unipolar, opresor y de dependencia, y llamó a transformar ese modelo a la multipolaridad con un fuerte liderazgo, que puede ocupar Rusia, subrayó.
Cynthia McKinney defendió el grado de doctor en política de Liderazgo y Cambios, en agosto de este año, con una tesis sobre la figura y el legado de Hugo Chávez, el proceso bolivariano; la dominación estadounidense en Latinoamérica y el Plan Cóndor, responsable de millares de desaparecidos en las décadas 70 y 80 del pasado siglo.
Condena en Rusia McKinney injerencia y belicismo de EE.UU.

Por Odalys Buscarón Ochoa