La Habana (PL) La voz de Cuba se insertó en el concierto del mundo en desarrollo durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP21, que logró en París, Francia, un nuevo acuerdo universal para salvar la vida en el planeta.
París es el punto de comienzo para una nueva etapa en el enfrentamiento de la humanidad al calentamiento global, dijo en entrevista para Prensa Latina la ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Elba Rosa Pérez, tras asistir a la jornada final de esa conferencia en el Parque de Exposiciones Le Bourget, al norte de la capital francesa.
La titular del Citma afirmó que si bien el ahora denominado Acuerdo de París no es perfecto, sí recoge el consenso del trabajo que se realiza desde hace más de cinco años en todo el mundo ante las incidencias del clima.
Todo lo que Cuba ha venido planteando, como son los temas de adaptación, financiamiento, transferencia de tecnología, utilización de los resultados de las ciencias, entre otros, están reflejados en el nuevo instrumento, acotó la funcionaria.
El Acuerdo de París, apuntó la ministra, dejó claramente expresada la clara diferenciación entre lo que tienen que hacer los países desarrollados y lo que deben hacer las naciones subdesarrolladas respecto al calentamiento global.
Cuba trasladó un mensaje muy directo en el segmento de líderes de la COP21, al afirmar que el enfrentamiento al actual cambio climático está vinculado estrechamente a la necesidad de establecer un nuevo orden económico internacional, la eliminación de la pobreza, así como a la modificación de los actuales patrones de producción y de consumo.
La posición de la isla en la Cumbre del Clima replicó las preocupaciones de la inmensa mayoría de los países subdesarrollados, agrupados en torno al Grupo de los 77 + China, los países en desarrollo con posiciones afines, la Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y los pequeños estados insulares, entre otras agrupaciones.
Durante su discurso en la COP21, el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, hizo referencias a palabras del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, quien alertó al mundo de que «una importante especie biológica estaba en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre».
Díaz-Canel destacó que es indispensable estabilizar la temperatura global en el entorno de 1,5 grados Celsius, como justamente reclaman los pequeños Estados insulares en desarrollo, los cuales se encuentran en la primera línea de enfrentamiento al cambio climático global.
Subrayó la posición de la nación antillana por un acuerdo que debe entrañar un firme compromiso global para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con base en el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas.
Advirtió además que no se pueden combatir los efectos del cambio climático obstaculizando el desarrollo de los que más lo necesitan ni los esfuerzos nacionales para erradicar la pobreza y el hambre en una extendida geografía del planeta.
El acuerdo logrado en París sobre el cambio climático podría ser el definitivo punto de partida en la lucha frente al cambio climático en el planeta, expresó el viceministro cubano de Relaciones Exteriores Abelardo Moreno, miembro de la delegación de la isla a la COP21.
De acuerdo con el diplomático cubano, todo parece indicar que la tendencia es que este documento constituya un comienzo del proceso hacia la lucha del cambio climático. Un punto de partida donde se establecen conceptos, principios e ideas, explicó.
Así, en el Parque de Exposiciones París Le Bourget, en la capital francesa, sede de la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP21, representantes de 195 países y la Unión Europea alcanzaron tras dos arduas semanas de debates el acuerdo universal más ambicioso de la historia, para limitar el sobrecalentamiento de la Tierra.
El documento debería poner un freno al alza de la temperatura global, por debajo de dos grados Celsius respecto a la era preindustrial, e impulsar los esfuerzos para limitar esa subida incluso por debajo de 1,5 grados. Más allá de ese tope, el sobrecalentamiento del planeta sería incontrolable, según numerosas advertencias científicas y más de 120 tipos de impactos registrados en todos los territorios y océanos por los científicos.
La adopción del Acuerdo de París contempla la firma del documento en Nueva York por las 196 partes que participaron en la COP21, entre el 22 de abril de 2016 y el 21 de abril de 2017, para su puesta en vigor en 2020. Una ceremonia de alto nivel organizada por las Naciones Unidas tendrá lugar el 22 de abril de 2016 en Nueva York.
París abrió nueva etapa frente al cambio climático
