José María Espinasa sobre la Secretaría de Cultura

(N22) José María Espinasa, poeta y editor mexicano, comentó para la Agencia N22, que la creación de una Secretaría de Cultura es «una necesidad que estaba presente desde hace unos 20 años o poquito más en las esferas de la administración cultural federal, que por razones que nunca estuvieron del todo claras no se instituyó en el momento en el que era evidente su necesidad».

Sin embargo, comentó que la creación de la misma «es una decisión que hay que elogiar, pues es atinada dado que el estatuto y la independencia que tendrá este organismo le dará una mayor libertad de proyección a la política cultural que impulsa».

Compartió que resulta natural el fallo por Rafael Tovar y de Teresa como dirigente de dicha Secretearía: «aparte de la experiencia al frente de Conaculta, es alguien que impulsó, juntó, defendió y dio a conocer la falta que hacía un organismo como tal. Explicó que Tovar es quien mejor conoce el funcionamiento de los aparatos culturales de la política federal por lo que resulta una opción bastante certera.

Externó también que será una alternativa sumamente benéfica para los ámbitos del arte, la cultura, los museos, el mundo editorial, el mundo de la música; lo que es una razón para congratularse del nombramiento.

Comentó que el mayor desafío que enfrenta Tovar como dirigente del organismo cultural es de carácter económico administrativo, pues el presupuesto de la cultura en México siempre es poco y a pesar de ser un país con una enorme riqueza cultural, también posee una enorme necesidad de poner toda esa cultura al alcance de la mayor cantidad de ciudadanos posible.

Esto implica un ejercicio de recursos que no está bien adjudicado, ya que en un momento en el que el país está sumido en una crisis económica provocada por la baja del petróleo, por la fluctuación del dólar, por la situación internacional, la cultura es un espacio de inversión productiva, en el sentido profundo del término, todo dinero invertido en acercar al ciudadano a la cultura es establecer lo que ahora llamamos los derechos a la cultura, derechos al goce de la cultura, concluyó Espinasa.

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