Policía boricua que mató a tres oficiales tenía 19 años en la fuerza

San Juan, 28 dic (PL) El oficial de la policía puertorriqueña Guarionex Candelario Rivera que hoy mató a tres colegas suyos en la comandancia de Ponce (sur), llevaba 19 años en el cuerpo armado y tenía antecedentes disciplinarios.
Rivera, de 50 años y quien se desempeñaba en radiocontrol, resultó con dos heridas en el incidente, por lo que luego de ser detenido fue conducido a un hospital del área de la sureña ciudad y luego trasportado en helicóptero al Centro Médico en San Juan.
La muerte del comandante Frank Román, de 49 años con 28 de ellos en la Policía; la teniente Luz Soto, también de 49 años y 23 en la fuerza, y la agente Rosario Hernández de Hoyo, de 42 años y 15 como agente, se produjo en el sexto piso de la comandancia de Ponce.
El agente homicida aparentemente tuvo una discusión con la teniente Soto, en cuya oficina retuvo a los otros dos oficiales antes de que finalmente se desatara el trágico tiroteo.    Después del tiroteo se produjo un operativo en la comandancia de Ponce que involucró a la División de Explosivos de la Policía y al Cuerpo de Bomberos para la revisión del edificio y el vehículo del agente que presuntamente mató a sus tres colegas policías.
Rivera manifestó a las autoridades que había puesto un artefacto explosivo en el lugar, por lo que la comandancia fue desalojada mientras los miembros de la División de Explosivos revisaban el edificio.
La matanza motivó que el gobernante puertorriqueño, Alejandro García Padilla, llegara hasta las dependencias de la División de Drogas de la Policía en Ponce, acompañado del ministro de Justicia, César Miranda, para luego pasar al edificio de la comandancia, donde sucedieron los asesinatos.
«Este es un día triste que será recordado siempre», comentó García Padilla en medio de la pesadumbre ocasionada por el suceso que dejó «una escena muy lamentable».
El mandatario hizo un llamamiento a evitar la propagación de rumores por «respeto a familias y a la investigación», al tiempo que decretó luto nacional, por lo que las banderas fueron arriadas a media asta.
El ministro de Justicia comentó que el Instituto de Ciencias Forenses trabaja en el proceso de reconstruir la escena y «preservar todo lo que sea necesario para tener una explicación clara de qué ocurrió y cómo ocurrió».
La matanza se produjo en una oficina de la Comandancia de Ponce, donde el responsable, asignado al Centro de Mando, disparó contra todos.
El alegado asesino tenía «situaciones disciplinarias», afirmó el portavoz del Frente Unido de Policías Organizados (FUPO), Diego Figueroa, a la emisora nacional Wapa Radio.
«Este trabajo no es fácil y altamente riesgoso; hay mucha tensión», dijo Figueroa al lamentar la tragedia.
El autor de los disparos, aclaró el dirigente de FUPO, estaba reportado enfermo por situaciones disciplinarias.

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