(N22) Los agujeros negros han sido el foco de diversas investigaciones científicas, y para entenderlos fue necesario unificar dos grandes teorías del siglo XX: la teoría de la relatividad general de Einstein y la mecánica cuántica de Plank.
Hasta la fecha se sabe poco de su composición o lo que se encuentra adentro de estos agujeros, pero lo que sí han logrado saber es lo que sucedería si alguien cayera en uno.
Estos agujeros negros tienen una frontera llamada horizonte de sucesos, que representa el punto de no retorno y que para poder escapar se necesita de una velocidad superior a la luz.
Si una persona cayera en un agujero negro la primera probabilidad es que una vez que pases el horizonte de sucesos, se iría hacia la concentración de masa en el interior llamada singularidad, que tirarían del cuerpo con tanta fuerza que las células empezarían a estirarse hasta convertirse en un chorro de plasma con el ancho de un átomo.
La segunda probabilidad es que una vez que pases el horizonte de sucesos, te encontrarías con una pared de plasma, que haría desaparecer el cuerpo en un instante, sin embargo, si el agujero es grande, más lejos se estará de la singularidad que permitirá a la persona estar viva un poco más de tiempo.
Hasta la fecha lo que se tiene asegurado es que por la curvatura gravitacional que producen los agujeros negros, el tiempo se moverá más lentamente, sin embargo desde tu perspectiva podrás observar como el universo avanza rápidamente como si estuvieras en un viaje en el tiempo.