Moscú, 2 ene (PL) El pueblo de Crimea respondió dignamente a la proposición del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, sobre la firma de un acuerdo de suministros de electricidad a la península en términos impuestos por Kiev, aseguró hoy una legisladora rusa.
La titular del Comité de Seguridad y Lucha Contra la Corrupción de la Duma estatal (cámara baja parlamentaria de Rusia), Irina Yarovaya, resaltó que la inmensa mayoría de la población de esa región peninsular rechazó la propuesta a la que calificó de «obscena».
Una encuesta publicada ayer por el Centro de Investigaciones de Opinión de Toda Rusia confirmó que el 93,1 por ciento de los residentes en Crimea y de la ciudad federal de Sevastopol rechazaron la firma del documento en el que se menciona a los dos territorios como parte de Ucrania.
Asimismo, un 94 por ciento respondió que estaba preparado para tolerar inconvenientes temporales vinculados a los cortes de electricidad en los próximos tres o cuatro meses si el contrato no se firmaba, según el sondeo.
Yarovaya afirmó que las condiciones propuestas por las autoridades de Kiev son más que un chantaje y revelan la verdadera esencia del gobierno ucraniano.
Al especificar tales condiciones, los políticos de Kiev, obviamente, trataron de juzgar a otros como si fueran ellos mismos, criticó la legisladora.
Sin embargo, enfatizó, los crimeos demostraron una vez más que son un pueblo ruso que no se rinde ni se vende.
La líder del comité parlamentario reiteró que las proposiciones de Poroshenko caen en la categoría de las obscenidades y la reacción usual a tales cosas es perfectamente bien conocida, pero los crimeos respondieron «no» gentilmente y con dignidad, concluyó Yarovaya.
El 22 de noviembre pasado, la entrega de electricidad desde la sureña ciudad ucraniana de Jersón a Crimea quedó interrumpida bruscamente cuando las torres de las cuatro líneas que alimentaban a la península fueron derribadas con explosivos.
Un millón 600 mil personas quedaron a oscuras y las autoridades tuvieron que declarar el estado de emergencia como resultado de esa acción subversiva organizada por tártaros de Crimea extremistas y elementos ultranacionalistas ucranianos, según la policía de Jersón.
La situación comenzó a mejorar a partir del 2 de diciembre, cuando el propio presidente Vladimir Putin dejó inaugurada una primera línea energética hasta Crimea a través del mar Negro, por el estrecho de Kerch, desde el sureño territorio ruso de Krasnodar.
Una segunda línea de ese puente energético incrementó la transmisión eléctrica desde el continente hasta los 400 megawatts, y las autoridades rusas planean tener en operación otras líneas para lograr en la primavera la total independencia energética de Crimea respecto a Ucrania.
La península de Crimea y la ciudad federal de Sebastópol se independizaron de Ucrania y pidieron la reunificación con Rusia después del golpe de Estado del 22 de febrero de 2014 en Kiev, tras realizar un referendo en que el 96,77 por ciento de los votantes respaldaron esa iniciativa.