Buenos Aires, 7 ene (PL) Desde que comenzó el 2016 ya suman hasta hoy más de 10 mil los despidos en distintas dependencias del Estado argentino y en municipios de la provincia de Buenos Aires, reflejan las estadísticas que divulgan los medios.
La ola de cesantía se extendió a varias municipalidades bonaerenses y la vicepresidenta Gabriela Michetti anticipó que se multiplicarán, ya que todos «los ministros van a tomar medidas del mismo estilo», dijo luego que decretó la cesantía de dos mil 35 trabajadores del Senado.
Del Centro Cultural Kirchner (CCK) dejaron en la calle a 600; en la Jefatura de Gabinete que ahora comanda Marcos Peña quedaron sin trabajo 150; en Vialidad Nacional, 20; en la disuelta Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, 90.
El conflicto se extendió a los municipios de provincia de Buenos Aires: de 800 a mil despidos en Quilmes, unos cuatro mil 500 en La Plata y en Lanús se anunció la revisión de 301 contratos del año pasado.
La situación en la ciudad platense está muy tensa. Decenas de los empleados cesanteados tomaron el Ayuntamiento; la gendarmería y la policía local actuó para desalojarlos, mientras intensificaron el patrullaje alrededor de las dependencias públicas.
La exministra de Defensa, Justicia y exembajadora ante la OEA Nilda Garré sostuvo que se trata de una persecución política, mientras la exlegisladora porteña Gabriela Cerruti indicó que se vive «un verano de persecución ideológica y caza de brujas que recordaremos como el más nefasto de la historia».
Al defender los despidos en el Senado, Michetti dijo que «lo que uno puede intuir es que la gran mayoría no son personas que tengan una función asignada». Para el portal informativo El Destape, la vicemandataria dejó claro que los echó basada en una intuición.
Los tres gremios de los trabajadores estatales advirtieron que están en alerta y movilizados, en tanto uno de ellos la Unión del Personal Civil Nacional dijo que demandará ante el Poder Judicial.
Lo que no contempló la titular de la cámara alta es que entre los cesanteados el 45 por ciento es simpatizante de su propia fuerza política y de bloques que fueron opositores al proyecto popular nacional de Cristina Fernández, dijo una fuente legislativa a Prensa Latina.
Todos los afectados fueron contratados por la anterior jefatura del Senado sobre la base de acuerdos con cada una de las bancadas que integran ese recinto legislativo.
O sea, echó a muchos que votaron por ella, no solo a personas que simpatizan con el proyecto popular nacional de Cristina Fernández, aseveró una fuente de todo crédito.
Además, siendo ella minusválida no se percató que dejó en la calle a 100 trabajadores discapacitados. Las protestas de estos y la advertencia de sus asesores la hicieron retractarse y sacó un nuevo decreto para restaurarlos en sus puestos, el cual amplió a padres con hijos en esas condiciones.
Por otro lado, el Comité de Lucha contra la Trata y Explotación de Personas del gobierno está acéfalo desde que su anterior coordinadora renunció el 9 de diciembre, ni tampoco se han renovado los contratos laborales, pese a que están financiados por un convenio con el PNUD, reporta Página 12.
Los trabajadores de todas las líneas del transporte férreo subterráneo de Buenos Aires se quejaron que la empresa Metrovías los chantajea y realizaron un paro de dos horas este jueves en protesta por el alza de la carestía de la vida y exigieron un bono de 10 mil pesos (713 dólares).
Hasta la canciller Susana Malcorra reveló el jueves antes de partir con el presidente Mauricio Macri a Uruguay que su ministerio está revisando los contratos de 700 personas.
Al menos Malcorra quiere saber primero «quién está trabajando, lo que hace y si tiene la capacidad para ocupar el cargo», dijo antes de tomar una decisión.
El sindicalista Hugo Moyano, cabeza del ala Azopardo de la Confederación General de Trabajadores (CGT) y líder de los camioneros, se quejó de que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, está amenazando y extorsionando a los sindicatos con los despidos para así rebajar los salarios.
Moyano quien incluso votó y orientó a sus afiliados a que votaran por Macri y Michetti ahora se queja de que «el gobierno está metiendo miedo con el desempleo» y rechazó la propuesta de Prat Gay de que pidieran menos aumento de sueldo para preservar empleos.
«Si acá hubo una devaluación o inflación desbordada, no la van a pagar los trabajadores,» dijo el cabeza de la CGT Azopardo quien fuera un febril opositor a Cristina Fernández pero ahora comenzó a sentir los rigores de la política de ajuste del nuevo gobierno al cual votó. Así está sucediendo con algunos otros gremialistas.
Más de 10 mil empleados públicos despedidos en Argentina
Por Martin Hacthoun