Washington, 7 ene (PL) La localidad de Porter Ranch, en el condado norteamericano de Los Ángeles, amaneció hoy en estado de emergencia por una fuga de gas que ya liberó a la atmósfera casi 80 mil toneladas métricas de metano.
El gobernador del estado de California ordenó la víspera que las agencias estatales utilicen todos los recursos necesarios para asegurar una continua y rigurosa respuesta a este escape, detectado desde el 23 de octubre de 2015 en la instalación de almacenaje de gas de Aliso Canyon.
Por medio de un comunicado, refirió que los trabajos de la Southern California Gas Company para detener la fuga no han sido exitosos y pidió a los departamentos públicos y compañías pertinentes emprender todas las acciones necesarias para proteger la salud y la seguridad pública.
De acuerdo con Brown, se realiza una investigación sobre lo sucedido y el estado de California continuará y ampliará la monitorización de las emisiones en la zona, además de informar sobre la situación y los progresos en cada momento.
A causa de la situación en el lugar, más de dos mil familias fueron reubicadas temporalmente ante el riesgo de potenciales problemas de salud, las escuelas fueron cerradas y se clausuró el espacio aéreo hasta marzo, mes en el que se prevé la solución del problema.
Medios locales de prensa señalan que la fuga de Porter Ranch, una comunidad de 30 mil habitantes, constituye el peor escape ocurrido en Estados Unidos desde el vertido de una plataforma de la compañía British Petroleum (BP) en el Golfo de México en 2010.
El portal La Opinión indica, sin embargo, que mientras en el derrame de BP las imágenes de la plataforma en llamas y la marea negra dejaban clara la proporción de la catástrofe, en la localidad californiana la fuga actual no es visible.
Por ello, el Fondo para la Defensa del Medio Ambiente (EDF, por sus siglas en inglés) insiste en la comparación entre esos dos desastres para alertar sobre la magnitud de lo que está ocurriendo en Porter Ranch.
Mark Brownstein, del Programa de Energía y Clima de EDF, advirtió que el escape masivo registrado ahora es la mayor fuente individual de emisión de gases de efecto invernadero en todo el estado, con un impacto duradero en el medio ambiente.