Washington, 15 ene (PL) El fiscal general del estado norteamericano de Michigan, Bill Schuette, anunció hoy que iniciará una investigación para determinar la forma en que las autoridades de la localidad de Flint enfrentan la crisis por la contaminación de agua.
El Gobernador de ese territorio, Rick Snyder, pidió anoche al presidente Barack Obama que declare el área como zona de desastre y asigne recursos federales adicionales para resolver esta contingencia.
Snyder señaló que su equipo de trabajo emplea todos los recursos para garantizar que los residentes en Flint tengan acceso a agua potable limpia y segura, y que solicitó a la Casa Blanca la ayuda necesaria para proseguir las acciones de recuperación.
Por otra parte, la Agencia Federal para Situaciones de Emergencia comunicó este viernes que revisaba el pedido del Gobernador y hará las recomendaciones correspondientes a Obama de la forma más rápida posible.
Las autoridades de Flint declararon una emergencia de salud pública en octubre pasado, provocada por altos niveles de plomo en el agua.
Expertos de la Universidad de Michigan y de otras entidades en ese estado conformaron una fuerza de tarea para dar seguimiento a la situación, que afecta a los residentes desde hace 18 meses.
En abril de 2014 Snyder autorizó que la localidad dejara de recibir agua del sistema de Detroit y se conectara al cercano río Flint para recortar gastos, pero debido a que el líquido de esta vía fluvial es muy corrosivo, al pasar por las tuberías se desprendió plomo de estas, lo que afectó la sangre de adultos y niños.
Desde hace un año y medio se registraron en Flint y zonas aledañas 10 muertes causadas por neumonías de origen bacteriana, y los especialistas no excluyen vínculos entre esta enfermedad y la contaminación.
La alcaldesa de Flint, Karen Weaver, dijo sentirse feliz por la solicitud de Snyder al Gobierno federal, porque esto es algo que debió hacerse hace mucho tiempo.
Por su parte, el congresista demócrata Dan Kildee, quien representa el área de Flint en la Cámara baja estadounidense, dijo este viernes que las principales víctimas de esta crisis son miles de niños que fueron envenenados, por lo que la solicitud de ayuda es un paso vital para que llegue la asistencia necesaria.