Naciones Unidas, 15 ene (PL) El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, presentó hoy aquí su Plan de Acción para Prevenir el Extremismo Violento, iniciativa que llama a una alianza global contra el fenómeno.
En una sesión plenaria de la Asamblea General, el diplomático expuso su propuesta, la cual dijo es el resultado de meses de negociaciones, e incluye aportes de los estados miembros y de resoluciones de la Asamblea y del Consejo de Seguridad.
Ban destacó que el Plan de Acción recoge unas 70 recomendaciones y pide a los gobiernos establecer sus propios programas, adaptados a la realidad y las prioridades nacionales.
La atención a las causas raigales del extremismo violento, la construcción de instituciones sólidas, la cooperación y el compromiso del sistema de la ONU forman parte de las medidas sugeridas para prevenir un flagelo que suele conducir al terrorismo, señaló.
De acuerdo con el Secretario General, urge enfrentar situaciones que generan el caldo de cultivo para la violencia, como las violaciones de los derechos humanos, la falta de oportunidades y espacios políticos, las inequidades y la corrupción.
Particular importancia tienen el apoyo a los jóvenes en materia de participación y empleo y el empoderamiento de la mujer, así como que las preocupaciones de las personas sean escuchadas, subrayó.
En su presentación ante los 193 países miembros de la ONU, Ban afirmó que el extremismo violento constituye un ataque a la Carta de la organización y una amenaza para la paz y la seguridad internacionales, lo cual demanda una respuesta colectiva.
El diplomático recordó que el actual escenario global está marcado por el auge de los crímenes de grupos como el Estado Islámico y Boko Haram, responsables de asesinatos, secuestros, abusos sexuales y destrucción del patrimonio cultural de los pueblos, entre otras atrocidades.
Sin embargo, aclaró que el fenómeno no puede atribuírsele a una religión, nacionalidad o étnica específicas, en un claro mensaje contra la discriminación y la estigmatización.
No olvidemos que los musulmanes son las principales víctimas del terrorismo en el planeta, expuso.
El diplomático defendió su Plan de Acción con el argumento de que la respuesta al extremismo violento debe estar centrada en el respeto a los derechos humanos y las leyes internacionales, a partir de un enfoque integral.
Perdemos si respondemos solo con la violencia, ellos buscan eso, necesitamos sentido común y la cabeza fría para no caer en provocaciones, estimó en la Asamblea General, donde bloques regionales y países en su capacidad nacional mostraron respaldo a la iniciativa.