Naciones Unidas, 15 ene (PL) El nuevo caso de ébola confirmado en Sierra Leona ratifica la necesidad de mantener la vigilancia en los países de África Occidental afectados por la epidemia, advirtió hoy Naciones Unidas.
En su habitual rueda de prensa aquí, el portavoz del Secretario General de la ONU, Stephane Dujarric, recordó los recientes llamados a no bajar la guardia, a propósito de la declaración la víspera de Liberia como libre de ébola, al cerrarse todas sus cadenas de transmisión.
Con el logro liberiano, África Occidental se había convertido en libre del virus, porque Sierra Leona, el 7 de noviembre, y Guinea, el 29 de diciembre, ya tenían el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras cumplir los 42 días establecidos desde el último contagio.
Dujarric destacó la rápida actuación del gobierno sierraleonés ante el nuevo caso, confirmado apenas unas horas después de que la comunidad internacional celebrara la noticia del cierre de todas las cadenas de transmisión en la región, donde el ébola cobró la vida de 11 mil 300 personas, casi la totalidad de las víctimas fatales del brote detectado a finales de 2013.
Más temprano, la OMS anunció el contagio, cuyo origen es investigado por las autoridades locales y la organización especializada de la ONU.
«Ayer señalamos que Liberia, Guinea y Sierra Leona permanecen en riesgo de pequeños brotes en los próximos meses, a partir de la presencia del virus en los sobrevivientes», subrayó la OMS en un comunicado.
De acuerdo con la agencia de salud, África Occidental vive momentos cruciales, que demandan una vigilancia intensa, ante la posibilidad real de nuevos casos, aunque la situación no volvería a ser tan grave como hace 15 meses.
Cuando un país azotado por el ébola cumple seis semanas sin nuevos contagios confirmados, se declara libre de la transmisión de la enfermedad, y entra entonces en un período de 90 días de vigilancia extrema, en aras de evitar retrocesos.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el presidente de la Asamblea General, Mogens Lykketoft, el ex enviado especial de Naciones Unidas para el Ébola, David Nabarro, y la directora general de la OMS, Margaret Chan, insistieron en los últimos días en la importancia de seguir alerta.
La frase «el trabajo aún no ha concluido» fue recurrente en sus intervenciones, en alusión a la permanencia del ébola en fluidos corporales como el semen y a la urgencia de que la comunidad mundial mantenga su apoyo a Liberia, Sierra Leona y Guinea, naciones enroladas en tareas de recuperación del devastador impacto socio-económico de la epidemia.